Hay preguntas incómodas que los políticos siempre responden saliéndose por la tangente o por la primera salida de la autopista hacia su cielo de fotos y banquetes. Preguntas que de tanto preguntar te dejan agotado porque siempre es lo mismo y si no que le pregunten a aquella ex alcaldesa y emperatriz primera de Córdoba que se llevaba tan bien con el antiguo Obispo. Dialogó tanto con él que se le olvidó comentarle el pequeño detalle de la titularidad de la Mezquita. ¿Por qué no preguntaba entonces y ahora sí? ¿Por qué entonces la Mezquita no era un problema y ahora lo es? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Pero con las hermandades pasa lo mismo que es no es lo mismo pero es igual. ¿Por qué hay hermandades que cambian de paso cada 10 o 20 años y nunca dejan ni a medio hacer alguno? ¿Por qué hay hermandades que llevan cada vez menos nazarenos y nadie dice nada? ¿Por qué hay hermandades que cambian más de capataz que Florentino de entrenador? ¿Por qué hay hermandades que tienen túnicas de diez variedades cromáticas? ¿Por qué hay hermandades que cambian más de estilo que Miguel Bosé? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Lo dejaremos aquí que parezco Mauriño.
Juan Antonio Martínez Aragón
Recordatorio Desde el Gallinero: Injusticias musicales