Blas Jesús Muñoz. El Ayuntamiento se parece cada vez más a una superficie comercial pero, a diferencia de éstas, no tiene indicadores que te muestren el camino de salida. Tampoco carteles fosforitos con ofertas rutilantes que te indiquen, por ejemplo, que el segundo concejal está a mitad de precio o que existe una promoción en que te llevas tres símbolos religiosos (católicos, claro está) y pagas dos.
Hay un espacio, no para los niños, sino para abonar multas. Aunque el término abonar da para mucho no entraremos en él hoy. Y otros donde puedes pasar dos vidas hindúes, reencarnación incluida, para intentar realizar la gestión más simple. Siempre, de nuevo que quede claro, que no se trate de abonar el IBI porque ahí ya sale a colación la Iglesia y el parque temático suelta una carriola de fuegos artificiales.
El Consistorio es amplio y tiene despachos donde decir no hasta al mismísimo Ikea. Que hagan la república independiente en sus casas y no en las Tendillas que es un espacio público y Córdoba va tan sobrada de eventos que tiene que subrogar algunos de los mismos en la Gran Vía. Y va tan sobrada de trabajo que han llamado del gobierno chino a Capitulares a fin de consultar qué y cómo lo hacen para detener el estancamiento de su economía.
El Ayuntamiento dice no por sistema (como con Ikea y San Rafael) y suelta perlas contra las cofradías que luego rectifica ante la presión popular. No por la que ejercen nuestros líderes. No actúa, propina ideas y rectifica, un nuevo modelo de gobierno que consiste en no hacer e intentar que no se note. Un artificio tan estudiado como estéril que da más cuenta de estulticia que de inteligencia. Y entre tanto no los cofrades se ponen muy nerviosos, cuando deberían estar tranquilos pues, a poco que se unan no se atreverán porque ellos son minoría cualificada, tanto que entre dos partidos suman el mismo número de concejales que el que ganó en las urnas y tanto confundió cofradías con partido.
Muchos cofrades siguen en esa confusión cuando, la que deberían tener, la certeza es que son Iglesia. Igual que no es menos cierto que el partido del Primer Teniente de Alcalde sólo tiene tres concejales más que UCOR y sólo dos más que C's y siete menos que el PP. Nunca con tan poco, tan en precario, se consiguió más rédito. Ahora, deberíamos aprender nosotros que somos muchos más. Ese es el reto.