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domingo, 23 de agosto de 2015

Las Hermandades al servicio de la ciudadanía


José Barea. En una época en la que, como todo lo que tenga que ver con la Iglesia, las Hermandades están más perseguidas que nunca, muchas de ellas siguen demostrando que hacen más por la ciudadanía que aquellos sectores que tan críticos son con ellas. Tal es el caso de la Hermandad de la Vera-Cruz de Sevilla, que tiene previsto presentar al Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) su proyecto para rehabilitar los baños árabes de la Reina Mora del centro de la ciudad, que le fueron concedidos a la Cofradía con la condición de que esta los acondicionara.

Estos baños árabes fueron edificados en el siglo XII, durante la dominación almohade. En 1996 fueron declarados Bien de Interés Cultural, y desde entonces ha acogido diversas fases de restauración. En 2013 la titularidad del edificio pasa a ser compartida por un grupo de propietarios de un edificio de viviendas, la Hermandad de la Vera-Cruz y un tercer propietario acordado por el Ayuntamiento. El Hermano Mayor de la corporación que procesiona el Lunes Santo sevillano, afirma que la elaboración del proyecto se ha demorado por el deterioro que presentaba el lugar debido a las obras sufridas hasta el momento, que debían ser retiradas para que no pareciera cosa de la Hermandad. Del mismo modo, sostiene que “en ningún momento se ha dejado de trabajar”, y que la demora en el tiempo se debe a la intención de que todo quede perfectamente detallado en aras de que la primera fase de la restauración sea motivo de aprobación desde los distintos organismos que han de dar luz verde al proyecto.

Dicho proyecto será presentado al ICAS, posteriormente a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento sevillano y finalmente, a la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, cuyo dictamen es preceptivo al tratarse de un espacio declarado bien de interés cultural.

Sirva esta noticia como un perfecto exponente de la gran labor que hacen las Cofradías en beneficio de la sociedad en general, poniendo a disposición de la ciudadanía bienes de interés cultural que, de no ser por ellas, quedarían en el olvido, en ruinas e, inevitablemente, se terminarían perdiendo. Quizá deberían tomar buena nota todos aquellos sectores, entre los que se incluyen también algunos Ayuntamientos de la actualidad, que minusvaloran, desprecian e incluso atacan a las Hermandades. Unas entidades que, más allá de su inherente sentido religioso, son instrumentos de igualdad social y de promoción cultural, y siempre están al servicio de la ciudadanía.



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