Blas Jesús Muñoz. He de confesarlo, no como Isabel Pantoja en los ochenta, pero la idea del título apareció pintiparada en un comentario a una noticia en una red social. Y uno que navega a la deriva de la barca de Remedios Amaya entre publicaciones tan preocupadas de Pablo Iglesias, Cataluña y el Nicho, pues no se pudo resistir a escribir un breve epitafio sobre la Televisión Pública de Andalucía y su similitud con las cofradías.
No es que Juan y Medio se parezca a un hermano mayor o que tanta copla recuerde a tanta marcha compartida desde YouTube al mundo. Tampoco es porque haya todos para todos y Ruiz Miguel o Cremades transmitan la misma emoción que el cabecero de la cama de alguien que duerme en el sofá. No se trata de eso.
Sin embargo, observando una parrilla en que La Báscula es uno de los programas estrella, no se puede evitar poner en cuestión el cómo del torpe manejo de la televisión pública. Una gestión ruinosa, al menos, a nivel cualitativo. Así que pensemos por un momento qué sería de la famosa Mezquita-Catedral, gestionada por estas mentes privilegiadas.
Según me han informado (disculpen que no vea ese otro programa), "Se llama copla" tiene una versión infantil, como infantil es el prime time de los viernes noche en La Copla TV. Surge la pregunta a la Alcaldesa de nuestra ciudad que comparte partido político con los regentes de ese insigne canal ¿Es digno utilizar a niños para conseguir audiencia? Es más ¿Es menos digna la labor que realiza Banco de Alimentos? Seguimos y concluimos ¿Piensan ustedes que todos somos amnésicos idiotizados por su discurso vacuo?
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