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lunes, 21 de septiembre de 2015

La Chicotá de Nandel: ¿Locos o valientes?


Tras la Magna egabrense, el anuncio de Conciertos de Cuaresma, Extraordinarios, Igualás costaleras, etc, etc, vemos que todo está dispuesto, otro nuevo curso cofrade comienza con fuerza, empieza el sueño de una tulipa en la noche, bañada en cera, color rojo pasión, con la Imagen perdida de un Señor que a todos nos mira, que carga con los pecados que le vamos añadiendo a una lista que para Él nunca está rebosante si por su perdón debemos de temer. Soñamos ya, aun perdiendo el recuerdo de la Semana Santa que nos dejó, con una bambalina que revolotea cual paloma en la tarde, brillante a la luz del sol, con una flauta que pare el aire mientras se mecen los corazones al compás de un rostro amable, el de una Madre, nuestra Guía, en la Paz, la Esperanza, nuestras Lágrimas, la Merced, el Desamparo... todo gracias a Ella, nuestra Estrella en el universo de nuestras vidas, Rosario de favores por su Gracia y su Amparo.

Renovamos ilusiones los ya no tan viejos, nos volvemos más jóvenes y niños que nunca, aun a expensas de no querer ver (aun viéndolo perfectamente), los factores oscuros que algunos quieren llevar acabo para hacer padecer nuestros sentimientos, o los flacos favores que nos hacen en sus decisiones los que comandan Juntas de Gobierno, artífices el día de mañana de pasar a la historia como el digno Guía hacia Dios, o el verdadero puñal con el que perfectamente se ha podido derramar la sangre de un cristiano, ya sea por su costado, o por los ojos en forma de lágrimas ante la injusticia de la decisión de los que mandan, que no quiere decir que por mandar sean alguien, o estén ni mucho menos acertados y representándonos a todos sus hermanos. Y en este mundo, aparece el loco, el valiente.

El loco, es el que sin pensar en las consecuencias, el que sin dudar, sin cuenta pendiente con lo que luego venga, lucha por su idea, por su forma de defender a sus amigos, siempre en nombre de Dios. El valiente, el que a sabiendas del peligro, de lo oscuro del futuro, se arremanga hasta la piel y lucha por su Hermandad, por lo que sus padres le dejaron en herencia.

La diferencia entre el loco y el valiente es bien sencilla. El loco, luchará de igual forma que el valiente, con todas sus armas, apretando los dientes hasta que sangren las encías y se desencajen las normas incluso de convivencia, a veces de civismo, de corazón, o lo que es peor, cristianismo y respeto, amor al prójimo. A veces el loco, será flecha llameante lanzada por cobardes que persiguen un fin, el 99% de las ocasiones será el de dañar, el de separar, el de divulgar, amenazar, difamar, insultar, vejar al que no baile su son, no entre por el aro. Ahí estará el loco, el que se convertirá en bufón, convirtiendo su bella locura, en falacia de razón y verdad, pues no será su razón, ni su verdad, si no mancha por donde pisen sus huellas irá dejando, con la idea de otros, del poder sobre todas las cosas, a costa incluso del sentimiento de los demás.

El valiente, pregunten, o mejor dicho, vean claros ejemplos que ahora les diré, no es más que el que reunido con los hijos de Dios, acepta humildemente la falta de recursos económicos, intentando sumar los recursos humanos, luchando por reflotar una Hermandad (pregunten al Hermano Mayor de la Entrada en Jerusalén, o tomen este ejemplo de valentía, claro, y también de agradecimiento por todos).

El valiente, es el que decide que lo primero en la lista, como el Divino Salvador nos dijo, siempre será el que necesita ayuda, dejando de lado estrenos para rellenar el papel couché. Valiente es el que para engrandecer a sus Titulares, dejando de lado lo más querido en lo personal y terrenal, trabaja contra viento y marea para una digna Semana Santa, para ser referente en el mapa como ciudad que ama, que expresa sus creencias públicamente, con respeto absoluto al de diferente creencia.

Es tiempo ya, el loco ya busca y pone oídos en los corrillos del poder, buscando la misión que más le gusta, lanzarse como lobo contra los corderos que osen querer con la misma fuerza pero diferentes ideas de Hermandad.

El valiente, ya se afana, ya a buen seguro está reclutando a hijos del padre para trabajar por Él, ciegamente, sin horarios, sin venganzas y rencores. Solo la ilusión de un corazón pleno de amor, de compartir momentos mágicos entre risas y anécdotas donde el abrazo y el, pasa, acompáñanos, sea el lema, la bienvenida.

Ya es el tiempo, ya el loco buscará su guerra, y el valiente buscará a otro valiente que luche sin más armas que la palabra y la sonrisa.

Ya es el tiempo, los cofrades seguimos nuestro camino, y nuevos cofrades llegan, seguirán llegando, bienvenidos a este mundo de Dios, donde todo es Dios, y todo es por Dios. Fuerza hermanos, y sobre todo, mucha valentía.

Fernando Blancas Muñoz











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