Las hoy llamadas ciclo génesis explosivas, antes borrascas o temporales del Atlántico, nos han preludiado el otoño. La lluvia ha caído del cielo de forma descontrolada y causando más de un serio incidente. Las aguas han bajado turbias y han sido la antesala de un otoño que ya llama a nuestra puerta, una vez que el veranillo del membrillo o de San Miguel, nos despida de un estío cada vez más seco y duro a consecuencia de las altas temperaturas marcadas por el mercurio.
Como quien dice el otoño ya está aquí. Esperemos que sea amable con los campos de cara al crudo invierno. Pronto cambiaran nuestras ropas, nuestro modo de vida, nuestras costumbres y nuestros hábitos. El otoño es un tiempo indeterminado donde se mezclan muchas situaciones. Sin darnos cuenta pasaremos de la actividad a épocas de ostracismo, donde la reflexión invita a muchas cosas. Sobre todo a pensar y tratar de buscar respuesta a muchas preguntas que nuestro subconsciente nos va haciendo en nuestra vida.
El verano nos dejo muchas perlas de los que dicen ser nuestros representantes. Sobre todo de uno, que llego al cargo que ocupa por "accidente". Calificativo ni que pintado, ya que es impensable que el cabeza de lista de la cuarta lista más votada, tenga la cuota de poder que tiene este arqueólogo con cara de niño repelente, convertido en azote de las cofradías, seguramente debido a la debilidad de sus representantes, y de todos los que no comparten con su utópico pensamiento. Muchas han sido las perlas con las que nos deleitado, o irritado, durante el estío. El mundo cofrade fue uno de sus objetivos, lo de la segunda puerta de la Catedral, es al menos un capricho irrisorio para impedir un objetivo perseguido por las corporaciones agrupadas en la institución de la calle del Lodo.
La alcaldesa, que se mantiene al frente de la corporación municipal gracias al grupo del concejal pirómano en un co-gobierno artificioso y forzado, pronto ha salido al paso de las travesuras de su segundo de a bordo. Ha mantenido una reunión con los representantes de las cofradías y ha prometido un acercamiento así como un cese de hostilidades. Todo demasiado comprensible, pero con la duda si el resultado de la reunión no ha sido más que un detalle de cara a la galería, cosa muy normal entre estas gentes de pensamiento liberal.
Los inquilinos de la casa de la calle del Lodo, desbordados por la situación, han convocado una asamblea para informar de la relación actual con el consistorio. En ella que los hermanos mayores conocerán de primera mano lo que se nos puede avecinar durante los próximos años. Lo más curioso es que un nuevo personaje aparece en escena. Un figurante al que se le ha vinculado un papel de conciliador, papel artificioso y presumiblente falso. Alguien que perteneció a la junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías y que presume de vestir, si es que aún lo viste, el habito franciscano cada Viernes Santo. Un neo cofrade de los que pone velas a Dios y al diablo a la vez, pues no se puede vivir en el seno de la Iglesia y a la vez defender ideas alejadas de la moral de ésta, como defiende el partido político del que forma parte. Su presencia en la asamblea tiene una doble lectura. Hacer ver una aparente normalidad entre instituciones y a la vez intentar que las aguas retomen su cauce, pues el colectivo cofrade, también deposita su voto en las urnas. Lo más normal sea que una vez pasadas las elecciones generales de diciembre, la cabra tire de nuevo al monte y se pueda ver que la asistencia de este edil a la asamblea, no sea más que el papel de un convidado de piedra. Hay que permanecer separados de estos personajes, pues como quedó escrito en el evangelio de Juan, Jesús afirmo a un político se su época: “Regnum meum non est de mundo hoc; si ex hoc mundo esset regnum meum, ministri ei decertarent, ut non traderer Iudaeis; nunc autem meum regnum non est".
Quintín García Roelas