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domingo, 11 de octubre de 2015

Entre bambalinas: Las cofradías cordobesas de nuevo en el punto de mira


Cuando todo parecía que la normalidad volvía a su cauce, se produce un nuevo huracán (y no me refiero al ciclón "Joaquín") contra el que deberán de seguir luchando las cofradías cordobesas. Cuando todo hacia presagiar que las aguas se habían calmado en el Ayuntamiento, cuando se había producido un principio de reconciliación entre el máximo organismo político de la ciudad y el colectivo más numeroso de la capital califal, unas nuevas declaraciones, con ánimo de agravio, se han ocasionado, esta pasada semana, desde el Consistorio hacia las hermandades.

Así, el partido político más cofrade de la ciudad de San Rafael, Ganemos Córdoba, (nótese la ironía) ha arremetido, nuevamente, contra todo el entorno que abraza a la Iglesia, concretamente, las corporaciones penitenciales. De tal modo, el viceportavoz de Ganemos, Alberto de los Ríos, ha vuelto a proponer el cobro de tasas a las cofradías ante la falta de plantilla en el cuerpo nacional de Policía, lo cual dificulta la cobertura en actos externos que se organicen de forma extraordinaria. Pues cabe recordar que, un par de meses atrás, se hizo pública la mencionada sugerencia al objeto de intimidar en ciertas forma a las entidades religiosas y, por ende, racionalizar estos tipos de eventos a causa del motivo expuesto con anterioridad.

Una insinuación que no ha tenido mayor transcendencia desde su publicación, puesto que, al poco tiempo de conocerse la noticia, y dado el revuelo que suscitó la misma en las archiconocidas redes sociales, los de Capitulares se retractaron en sus palabras y la situación, gracias a Dios, no ha llegado a más. Sin embargo, el portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, continuó (y continúa, al igual que el resto de su equipo de gobierno) firme en su postura de cobrar algún tipo de tasa si el "número de actos se mantiene tan elevado como el de este año 2015".

Es por ello que apuestan por analizar el "coste a las arcas municipales de las muy numerosas procesiones de los últimos años", y en base a los datos que sean extraídos en conclusión, considerar concienzudamente la propuesta formulada, la cual podría contar "con la visión de la Agrupación de Hermandades". Y es que es irrisoria cualquier tipo de molestia ocasionada por las cofradías, a través de las procesiones, hacia el Ayuntamiento, ya que éstas aportan mucho más a la ciudad de lo que el Consistorio contribuye. La actividad cofrade, ya se ejemplifique en la Semana Santa, Procesiones Magnas o salidas extraordinarias, genera más ingresos de lo que el organismo de Capitulares gasta, por lo que no debe existir ninguna clase de polémica en aspecto alguno, aún menos en el asunto en cuestión.

Es más, la corporación municipal debería agradecer a las hermandades el gran impulso, en base a diversos niveles, que levantan en la capital y omitir, de una vez por todas, los numerosos desaires, menosprecios y humillaciones emitidas con el fin de establecer el carácter laico en la ciudad de la Mezquita; un hecho (este último) que bien parece que no va a ocasionarse momentáneamente, pues, tanto la propia alcaldesa como varios dirigentes de Peso que conforman su grupo de gobierno, han mostrado cierto acercamiento hacia las entidades cofrades, lo cual, igualmente, ha sido criticado por parte de Ganemos, quienes no entienden que se tenga que pedir disculpas.

Se divisan aguas turbias, causadas por la contrariedad, discurriendo por Capitulares, cuyo desenlace, parece, traerá consigo un nuevo capítulo entre el Ayuntamiento y las cofradías. Estén atentos...

Antonio Botella









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