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jueves, 15 de octubre de 2015

Verde Esperanza: La Semana Santa de Sevilla no sale de Gran Hermano


A mediados de octubre de 2015, puedo decir –otra vez- que la Sevilla Cofrade ha perdido definitivamente el rumbo. Y no es por el circo que se montó anoche en torno a la decisión de no informar sobre las soluciones propuestas para arreglar la Madrugá. Quizá la jornada más mediática del lugar más mediático de la Semana Santa. Por lo que se ve, -a mí que me registren- hay problemas en los itinerarios de las seis Cofradías que realizan Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral, problemas que se vienen arrastrando desde hace varios años y que desembocan en situaciones del todo rocambolescas. Las famosas carreritas del año 2000, que se vieron reflejadas en distintas ocasiones en los años venideros, unido a retrasos generalizados, embotellamientos y aglomeraciones por las calles sevillanas, han hecho que las distintas partes implicadas tengan que sentarse para buscar soluciones. O no, vaya usted a saber. Total, que en la reunión que tuvo lugar anoche en la sede del Consejo General de Hermandades de Sevilla se acordó que no se diera a conocer nada en lo referente a la propuesta para arreglar la Madrugá a fin de que las respectivas Juntas de Gobierno estuvieran enteradas de la misma antes que el cofrade sevillano de a pie. Cosa que, a priori me parece lógica, mucho más que el hecho de convocar a los medios de comunicación para informar sobre la ya famosa propuesta al final de la reunión, como si se tratara del fichaje de Leo Messi por el Real Betis Balompié o de Cristiano Ronaldo por el Sevilla Fútbol Club. Todo ello con el consiguiente enfado de los periodistas que no pudieron irse a sus redacciones con la exclusiva calentita para ser publicada al día siguiente y vender más periódicos, o tener más clicks en su página web.

            Contemplo con absoluto estupor cómo un asunto de la nimiedad de unos itinerarios, unos horarios y un cambio de calle y pasar por aquí en vez de por allá, o que tal Cofradía pase antes o después por Carrera Oficial, pueda causar tanto revuelo. A lo superficial de la Semana Santa se le ha atribuido la categoría de divino, mientras que lo espiritual queda relegada a la de accesorio de menor importancia. Es la soplapollez mediática elevada a la potencia de trascendental. He visto al completo la rueda de prensa que dio el presidente del Consejo General de Hermandades y el delegado de la Madrugá, no porque me interesara lo más mínimo lo que se pudiera llegar a decir –lejos está el día en el que vuelva a pisar la Madrugá hispalense-, sino para escribir este artículo con propiedad. Y la conclusión que saco es que todas las partes implicadas están perdiendo, si es que no han perdido ya, el rumbo de una manera preocupante.

            Como decía, se eleva a la categoría de primordial cosas que a todas luces carecen de mayor importancia. Dice un periodista que el tema de arreglar la Madrugá es de interés público, y tiene razón, este asunto en el orbe cofrade sevillano da para horas de debate, dimes y diretes entre los miembros de las seis Cofradías de la jornada, reproches, zancadillas… Han perdido la cabeza, y permítanme que esta vez escriba en tercera persona y me aleje de la ecuación. La Semana Santa probablemente con más relevancia histórica se degrada paulatinamente y a pasos agigantados con episodios como el de hoy. Queda a las claras que esto de las Hermandades se les está yendo de las manos. Luego se extrañan que desde el Ayuntamiento de la ciudad se hagan chanzas de la figura del nazareno, pero es que dan pie a ello con los episodios surrealistas que se producen día sí, día también. Más que Cofradías de Nazarenos parecen partidos políticos que luchan entre sí por el poder, por procesionar lo más cómodamente posible y coleccionar aplausos por parte de un público que se preocupa más de alabar al costalero, al cambio hecho en el momento justo o al solo interminable de corneta, que de pararse a rezar al paso de las imágenes sagradas. Aunque para ello tengan que pisar a la Hermandad que viene por la calle paralela, provocando parones que ponen en riesgo la salud pública, con unas calles que rozan la masificación y que son un hervidero de conflictos, buena cuenta de ello da lo acaecido en la última Madrugá. Incluso más que partidos políticos parecen equipos de fútbol, con ruedas de prensa a las que asisten periodistas que se van verdaderamente enfadados a sus redacciones y a sus casas porque no han podido saber si tal Cofradía recorta su paso por tal calle cinco minutos o si pasa por la Campana antes o después de tal otra. La culpa no tiene por que ser del periodista, que es mero mensajero entre la información y un público que está actualizando Twitter cada cinco segundos para conocer qué cambios se han producido a nivel organizativo en la Madrugá. Cofrades que más que eso son hooligans, que simplemente miran por los intereses de su propia Hermandad en lugar de por una celebración religiosa centenaria, la sevillana, que experimenta, en mi opinión, sus días más grises.

            Decían, y supongo que aún dicen, que en Gran Hermano todo se magnificaba. Pues algo así le está pasando a esta Semana Santa. La admiré durante años e incluso la llegué a vivir en persona en un par de ocasiones, pero parece que lleva varios años instalada en Gran Hermano. Cada levantá, buena o mala, cada solo de corneta, cada racheo costalero en la noche hispalense ha de quedar recopilado de forma audiovisual; ensayos de costaleros abarrotados, en los que la gente se dedica a cangrejear delante de unos señores que cargan un armazón de hierro practicando las coreografías que van a poner en práctica en Campana; cada fin de semana un paso –en muchas ocasiones, varios- en la calle por decreto, sea Viernes de Dolores, Viernes Santo, una procesión de Gloria en verano o la Semana Santa 2.0 que transcurre entre agosto y octubre, periodo en el que desde hace años siempre hay, mínimo, un paso de los que sale en Semana Santa en la calle en procesión “extraordinaria”. ¡Jajaja! Se comercializa todo, desde los ya mencionados DVD hasta los más inverosímiles productos de merchandising de las Hermandades, que parecen dejar de serlo para convertirse en empresas cuyo fin primordial es el de generar poder y dinero para elevar el estatus de ciertos personajillos. Claro ejemplo es la Madrugá, donde la lucha de egos respaldada por los respectivos hooligans de cada Cofradía viene a resultar en la degradación de la popular jornada.

            Qué quieren que les diga, me apena enormemente cómo esta gran Semana Santa escupe sobre su esencia una y otra vez, espectáculo tras espectáculo y circo tras circo. Acertadamente se tildaba de esperpento la crónica de lo sucedido en la noche de ayer. No sé quién tendrá la culpa de que ese esperpento se reproduzca una vez tras otra, si las Juntas de Gobierno incapaces de gestionar correctamente una Cofradía, el Consejo General de Hermandades que está absolutamente desbordado por las luchas de poder de las Cofradías, los medios de comunicación locales que tratan a las Cofradías como si fueran Belén Esteban, o los respectivos directores espirituales que no dan un golpe sobre la mesa y cortan tanta soplapollez desbordada del cofrade. A la vista está que haber convertido la Semana Santa sevillana en un espectáculo audiovisual en la cual prima más lo mediático sobre lo religioso, lo folclórico sobre lo espiritual y las apariencias sobre los contenidos, ha terminado por consumir quizá la manifestación de religiosidad popular más importante a nivel andaluz. Es una obsesión por idolatrar todo lo que no sea Dios o María: túnicas, bandas, recorridos, horarios, tallados, bordados, varales, mantos… Al ofuscado cofrade sevillano de a pie, que lo estará porque aún no sabe la propuesta de la Madrugá, o si la sabe no es de su agrado, y que probablemente no estará leyendo este artículo, y si lo ha hecho habrá dejado de leer hace tiempo, le digo que la próxima Semana Santa Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Concepción, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y la Esperanza Macarena, el Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Presentación, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza y Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias procesionarán con toda seguridad en Semana Santa y en la Madrugá  Para concluir, les digo que lo que a mí me parece verdaderamente preocupante es que el 99% de los distintos lugares en los que se celebra la Semana Santa se sigue mirando en el espejo sevillano para todo lo relacionado con lo cofrade. Cuidado porque, de seguir la estela sevillana, vamos camino de un precipicio. 



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