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sábado, 12 de diciembre de 2015

Una estampa diferente de la Nazarena


Blas Jesús Muñoz. Hay imágenes que interpela al cofrade, al devoto e, incluso, a quien siempre se mostró indiferente. Bien sea por su patetismo, sufrimiento, fortaleza o dulzura, se elevan ante nosotros en un resplandor argento que es capaz de colmar el alma en un sólo instante de luz.

Una de Ellas, seguramente de las más representativas de Córdoba, es la imagen de María Santísima Nazarena. Una imagen que eleva la mirada al infinito de la incomprensión que provoca la pérdida, que llora al cielo para elevarnos en su palidez, lívida de quebranto. Toda vez que, en es preciso momento, es capaz de transmitir una belleza que emana del propio dolor.

Durante 2012 pudo apreciarse a la Dolorosa del Jueves Santo ataviada de una forma poco usual. Vestida de Hebrea, la Virgen Nazarena irradia una nueva arista con que contemplar su especial figura como queda reflejado en las fotografías realizadas por Francisco Gómez Sanmiguel.


Foto Fco. Gómez Sanmiguel





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