Blas Jesús Muñoz. La Semana Santa de 2016, a buen seguro, propiciará un amplio análisis, una vez concluya el próximo 27 de marzo cuando la Hermandad del Resucitado cierre las puertas de la misma en Santa Marina. Un telón que, como manda la tradición, se cerrará en la citada parroquia, si bien han circulado ciertas dudas acerca del lugar desde donde la corporación del Domingo de Resurrección, iniciará su procesión esta próxima primavera.
La posibilidad de que el Resucitado salga desde la Santa Iglesia Catedral la próxima Semana Santa ha sido una de las opciones barajadas por la Junta de Gobierno de la hermandad durante las últimas semanas, tal y como apuntan diversas fuentes consultadas por Gente de Paz. De acuerdo con dichas fuentes, un sector de los dirigentes de la cofradía se habrían posicionado en este sentido, tras las dudas ya descartadas que, en un principio, habían surgido de cara a incorporar el paso por la Catedral a su estación de penitencia. Una posición que sin embargo, y según otras fuentes, parece no haber gozado de los apoyos necesarios en el seno del máximo órgano de gobierno de la hermandad cuya mayoría habría optado por desechar esta hipótesis y salir por tanto desde su sede canónica. No obstante y considerando que aún no está cerrado definitivamente el itinerario de la cofradía, todavía hay sitio para la especulación y el giro de última hora.
De haberse optado por esta posibilidad, la Hermandad de Santa Marina habría tomado un camino paralelo al de la corporación que abre la Semana Santa, convirtiéndose en la tercera que saliera de la Antigua Basílica de San Vicente (tras Agonía y Entrada Triunfal).
Cabe recordar que existen varios precedentes -en época contemporánea- de salidas de hermandades desde la Catedral. En este sentido, la pionera fue la de la Misericordia que, a mediados de la década de los ochenta del pasado siglo, fue la primera en salir del templo catedralicio a consecuencia de las obras que se realizaron en su sede canónica de San Pedro.
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