Desde que los treinta y siete hermanos mayores decidieran aquel ya histórico 10 de noviembre de 2015 realizar estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la venidera Semana Santa, la Agrupación de Hermandades y Cofradías se ha encontrado sobre la mesa de la sede de Isaac Peral con cinco laberintos distintos con los que "ayudar a las cofradías a llegar a la Catedral" -tal y como suelen enunciar tales ejercicios infantiles-. De ellos, tan solamente uno está resuelto, si bien dos se hallan casi en su recta final, cerca de encontrar la salida; una ansiada salida que ni tan siquiera divisan los restantes, atrapados en una cárcel de obstáculos, en un callejón con fin que no deja avanzar a quienes se empeñan en traspasar las adversidades...
Tras encontrar el recorrido que conduce a la salida en el laberinto correspondiente al Domingo de Ramos, el cual se ha unido junto a los ya confeccionados del Martes y Viernes Santo, los dirigentes del ente agrupacionista están día y noche, cual letrista de carnaval, pretendiendo esbozar el camino que lleve consigo a las cofradías de jornadas restantes hacia el "exit" -en este símil, el templo diocesano-, cuadrando las diversas condiciones y teniendo en cuenta los posibles cruces entre ellas. Unos requerimientos mínimos, por el momento insalvables, que están poniendo esta tarea algo más compleja de lo que se esperaban, y que está produciendo cierta desesperación alrededor de la órbita de la Córdoba cofrade; impaciente -con relativa razón- ante la proximidad de la Semana Santa, y más aún de la Cuaresma, período en el que parece improbable que continúe tratándose este tema, y en el cual, como dicen en Sevilla, se debería dedicar únicamente para la celebración de cultos. Se agota el tiempo, y aún queda por hacer.
Un cartel a la altura
La insondable devoción que se le viene profesando a María Santísima de la Caridad en estos recién cumplidos veinticinco años ha derivado que sea la Imagen que protagonice el cartel de la Semana Santa de 2016. El sereno a la par que afligido rostro de la dolorosa de El Buen Suceso invita a quedarse preso de su dulce mirada, conduce a la veneración de extramuros, traslada la más pura inspiración, como cual musa se tratara, hasta lo más profundo del ser...Y esto -y mucho más- es sencillamente lo que ha plasmado Rafael de Rueda en un cartel cargado de varios aspectos simbólicos, como la presencia de la jarra del paso de palio que atesora una talla del Custodio San Rafael, las dieciséis velas que hacen referencia al año iniciado, o la emblemática Plaza de Capuchinos con el Cristo de los Faroles como icono principal de ésta. Quién sabe si, apartando el cariz estético, De Rueda ha configurado tan conocida plaza con motivo de un hipotético transcurso de la hermandad del Martes Santo por dicha zona en un futuro no muy lejano, rememorando así décadas pasadas; lo que sí es innegable es la sublimidad del cartel, pese a su sencillez. Gran acierto.
¿Una nueva hermandad penitencial?
Regresar a los orígenes, retomar el carácter penitencial: este es uno de los grandes objetivos marcados por la Hermandad del Rayo durante el recién iniciado mandato del joven Carlos Arrebola. Y, para ello, además de muchos trámites y demás papeleos, se necesita un cortejo mínimamente nutrido -y, por tanto, un mayor número de hermanos-, así como un guión lo más decente posible. De este modo, la cofradía se verá en el deber de reedificar los cimientos sobre los que se sustenta y construir hermandad, ya sea con un mayor movimiento en las archiconocidas redes sociales, con la proliferación de actos de diversa índole o con la propagación de sus respectivos cultos. Qué duda cabe de la baraja de posibilidades existente para impulsar a esta corporación de Glorias -cabe recordar su verdadera naturaleza-, si bien la clave está en la recepción hacia el llamamiento que se efectúe desde la entidad por parte de los vecinos del Campo de la Verdad; un barrio que buena devoción ejerce a la Virgen de los Dolores y del Rayo, y que fuera de todo tipo de cambio de día de salida, se encuentra a la espera de conocer si, este año, la fervorosa talla va a poder reencontrarse con sus fieles, tras la suspensión de la salida procesional del pasado Sábado de Glorias a consecuencia de los problemas internos hallados en la corporación, que privaron a la Córdoba cofrade y a una collación de recibir a tan antigua Imagen. Por el momento, todo está en el aire...