Entre el punteao y la primera media hora de pasodoble pa' llegar al final muriendo por Cádiz a los Carapapa se les va una hora contándole a la pena. También le pasa a Tino Tovar, al que el efecto Subiela lo dejó tan tocao que se le olvidó lo que hacia con Bienvenido. Y también ha pasado con los punteaos (por así decirlo) de las cornetas de las Angustias que ha durao el pasodoble cuatro meses. Y eso que el que puso el recurso estuvo más rápido que el Aragón de antiguamente en cambiar de grupo.
Lo de la catedral va pa' lo mismo aunque la suerte es que la Semana Santa cae temprano y eso no entiende de gorgoritos a mitad de la copla. Porque todos morían por la Catedral y ahora parece que a más de uno lo va a matar. Yo muero por las torrijas que venden en la confitería de San Pedro y por los hermanos mayores de la sub 21 y por los diez bares donde mejor se desayuna de Córdoba. Tanto me gustó el artículo que hasta me compré el periódico y le recorte la foto. Pa' la Semana que viene les prometo que voy a hablarles de las diez mejores barras de bar en casas de hermandad de Córdoba, si no se me adelanta algún filósofo de la prensa escrita.
Juan Antonio Martínez Aragón