Raquel Medina. Corría el año 2005, cuando en el pueblo jiennense de Jamilena, un grupo de amigos que llevaba algunos años asistiendo a la romería del Rocío, constituyeron una Asociación parroquial, cuya Titular fuera Nuestra Señora del Rocío. Con el paso del tiempo y de la mano de su madrina, la Hermandad filial de Córdoba, año tras año, sin faltar, se postra ante la Blanca Paloma.
Ahora, cuando mayo está a la vuelta de la esquina y nos traerá un nuevo Pentecostés, estos rocieros sueñan con el primer día del mes, pues a buen seguro, al menos eso esperan, serán nombrados, por el Obispo de Jaén, Ramón Del Hoyo, Hermandad de la Diócesis de Jaén, pasando a formar parte de las hermandades no filiales de la Hermandad Matriz de Almonte.