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domingo, 20 de marzo de 2016

De la hermandad de la Cena que no pudo ser, y que volvió a serlo


David Simón Pinto Sáez. Cuando el 7 de octubre de 1952 un grupo de antiguos alumnos salesianos decide organizarse en hermandad penitencial, pusieron sus miras en el pasaje de la Última Cena, inexistente por entonces en Córdoba. La fuerza de la juventud les hizo mirar todo lo alto que pudieron, solicitando presupuesto para el misterio al imaginero sevillano Castillo Lastrucci, quien acababa de entregar a la hermandad de la Buena Muerte la imagen de la Reina de los Mártires (1951).

Sin embargo el coste de un misterio completo, 13 imágenes diferentes, así como los rumores de una posible fundación de una hermandad homónima en San Miguel hicieron desistir a este grupo de cofrades de su idea primigenia, valorando la posibilidad de asumir como propio el pasaje del Prendimiento de Jesús.

64 años después de aquel acontecimiento la hermandad del Prendimiento de Córdoba presenta los avances de su nuevo paso de misterio, en el que muestra en la cartela central del frontal del paso la escena de la última cena. Esta preciosa cartela representa a día de hoy el inicio y el fin de esta hermandad, que aunque no pudo ser de la Sagrada Cena, a partir de ahora volverá siempre a serlo. 

Y como de curiosidades se nutre este blog, esta cartela, así como el resto de ellas y los atlantes, son obras del imaginero Edwin González Solís, quien el 23 de noviembre de 2008 entregara la imagen del Santísimo Cristo de la Luz a la Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena de Córdoba.



Fotos Hermandad Prendimiento y Hermandad de la Cena





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