Raquel Medina. La Cuaresma ofrece en ocasiones oportunidades únicas e insustituibles de descubrir imágenes que pertenecen al devocionario más íntimo del patrimonio colectivo de nuestro Universo Cofrade, ese patrimonio menos conocido por el gran público y que aportan una variedad incalculable que aporta una riqueza sustancial e indiscutible.
Si hace unos días les mencionábamos la oportunidad que suponía para el cofrade de la ciudad de San Rafael, acercarse a conocer a la Ntra. Sra. del Valle, una hermosa imagen de culto doméstico, obra de Miguel Ángel González Jurado que hasta el Domingo de Resurrección, se puede venerar en una de las salas del nuevo Museo de la Trinidad, en la calle Tejón y Marín, hoy es la Ilustre, Centenaria y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Socorro la que anuncia que celebrará durante todo el Sábado de Pasión, cultos en honor del Santísimo Cristo del Socorro en sus Tribulaciones, una talla que si bien recibe culto externo, a diferencia del caso de la dolorosa, es poco conocida por buena parte del pueblo cofrade.
Si hace unos días les mencionábamos la oportunidad que suponía para el cofrade de la ciudad de San Rafael, acercarse a conocer a la Ntra. Sra. del Valle, una hermosa imagen de culto doméstico, obra de Miguel Ángel González Jurado que hasta el Domingo de Resurrección, se puede venerar en una de las salas del nuevo Museo de la Trinidad, en la calle Tejón y Marín, hoy es la Ilustre, Centenaria y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Socorro la que anuncia que celebrará durante todo el Sábado de Pasión, cultos en honor del Santísimo Cristo del Socorro en sus Tribulaciones, una talla que si bien recibe culto externo, a diferencia del caso de la dolorosa, es poco conocida por buena parte del pueblo cofrade.
Así pues, durante todo el día, la Imagen estará expuesta en Solemne Besapiés para veneración de fieles y devotos. Como cada año se celebrará la Eucaristía a las 12:00 horas en la ermita de la Corredera y a su finalización tendrá lugar el rezo del Santo Vía Crucis. Otra excelente ocasión de conocer aquello que nunca conocimos y de alimentar nuestra fe.