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miércoles, 30 de marzo de 2016

El Patrimonio Musical que nos regaló Coronación


José Ignacio Dionisio. Qué caprichoso es el tiempo, que nos priva de unas cosas, nos reconforta con otras tantas, pero que se repite y avanza, dejando únicamente un respiro en los recuerdos que abrazamos. En esta Semana Santa que dejamos atrás nos ha dejado brillantes momentos que no se borrarán fácilmente, hechos que vienen a constatar -o mejor dicho-, a reafirmar secretos que no lo son tanto, pero que para algunos son afirmaciones que “escuecen”.

Nadie podrá negar a estas alturas, que el patrimonio musical cofrade del que gozamos actualmente en Córdoba tanto en número como en calidad, viene a ser piedra angular de nuestra Semana Mayor, pero es que algunos aún no se han dado o no quieren darse cuenta. Porque al margen de la facilidad de discusión en que desemboca el tema musical tanto en calidad, estilos como repertorio, la música cofrade en Córdoba -y fuera de ella también-, come terreno a otros muchos aspectos cofrades. Y como dice el socorrido refranero español “para muestra un botón...”

Para ser sinceros he de decir que este artículo que escribo no podrá ser muy imparcial -aunque puedo asegurar que mis palabras creo no dictarían mucho desde otras circunstancias- porque al cariño que le tengo a “mi hermandad”, se suma la de haber pertenecido durante unos años a la protagonista de estas letras. Y es que como reza el título que pueden observar más arriba, hoy nos ocupa un tema musical que tiene  como epicentro la Banda de Cornetas y Tambores de la Coronación de Espinas.

Como dije al principio el tiempo es caprichoso, y en este caso, hablando del tiempo como meteorología, esta vez nos privó de dos ocasiones muy especiales -para mí aún más-. Hablamos del regreso de Coronación al cortejo procesional de Nuestro Padre Jesús Rescatado, y de la atmósfera de amor y elegancia que ofrece Coronación para con su titular el Lunes Santo. Fuimos muchos los que deseábamos, o casi ansiábamos poder andar con ambos titulares al son del extenso repertorio con que los músicos del Zumbacón  deleitaron y sorprendieron en las cofradías que acompañaron. Y es que gracias a la dirección de dicha banda, hemos podido comprobar a través de las redes sociales el increíble número de marchas que tocaron por ejemplo detrás del Señor del Perdón, al que “le soplaron” -valga el argot musical cofrade- alrededor de 60 marchas dejando solamente a tambor un par de chicotás, o el deleite musical en el histórico momento el Jueves Santo con la atmósfera que crea San Agustín, Nuestra Señora de las Angustias y el espíritu de Juan de Mesa.

Pero no era un año cualquiera para Coronación, no. Al estreno de uniformidad tan elegante como controvertida,  se sumaban el estreno de dos piezas musicales que supone cerrar el círculo actual para abrir otro de calidad “culmen”. La primera de ellas, y muestra del compromiso que la Banda de Coronación adquiere con las hermandades a quienes acompaña -como sucediera hace años con “Al Señor de Córdoba” dedicada al Rescatado-, se dedicaba  a la Hermandad de La Borriquita de Fernan Núñez, hermandad a la que acompañan desde hace varios años y que en este 2016 acompañaron en el inicio  y en el final de la Semana Santa debido a las inclemencias meteorológicas que se hicieron presentes el Domingo de Ramos y que evitaron completar el itinerario a dicha Hermandad. Dicha marcha llamada “Jerusalén” y compuesta por Cristóbal López Gándara, supone miel para los oídos de los que vamos más allá de la simple unión de voces e instrumentos. Con un inicio de esos de los de “vellos de punta” -con campana incluida- en el que su trompetería da paso a un solo angelical del “Blanky”, se suma la piano de cornetas que flota con sus notas hasta que “Guirao” y “Juli” con sus particulares estilos dan paso a otros solos de sus hermanos musicales “José Carlos” y el gran “Javi Palos” que ya terminando de bajarnos al cielo son arropados por toda la banda que recoge los aplausos de emoción de los que tenemos el placer de escucharlos.

El segundo estreno y quizás el más especial para la banda es sin duda la marcha “Coronación” de Francisco Ortiz Morón , que para los amantes de la música cofrade sin duda alguna supondrá la mejor muestra de lo que es Coronación de Espinas. En boca de sus componentes, “es la mejor muestra que resume el sentimiento de la música de la banda”, que sobra decir, encaja a la perfección con la sobriedad del misterio de San Antonio de Padua. Y es que en el inicio de la marcha se puede sentir ese “aquí está Coronación”, para poco a poco irnos adentrando en la historia de los 20 años de vida de una banda que sin duda alguna cada día crece más, no solo musicalmente sino en adeptos...y si no que se lo pregunten a Curro.









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