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martes, 29 de marzo de 2016

La Crónica de la Semana Santa de Córdoba según Gente de Paz


Gente de Paz. Ya ha acabado. La incompleta Semana Santa de 2016 ya es historia de las cofradías cordobesas y, el equipo de Gente de Paz de la citada capital, hemos querido un año más realizar nuestro balance conjunto de lo sucedido, haciendo hincapié en que si ya es complicado muchas veces ofrecer una opinión personal, poner de acuerdo a un gran número de integrantes en múltiples cuestiones, resulta altamente complicado.

Y, para comenzar con lo más sobresaliente, hay que destacar el gran momento por el que atraviesan las bandas cordobesas, en general. Caído y Fuensanta, Coronación de Espinas, Salud y Redención brillaron especialmente. Cristo de Gracia sigue creciendo y muestra un gran nivel. Además el Martes Santo hubo un especial nivel con bandas como Esencia y Esperanza en el Císter, Salud con Agonía, Pasión de Linares con Santa Faz o Cristo de Gracia con Prendimiento.

En cuanto a las hermandades propiamente dichas, cabe mencionar el acierto en su forma de realizar estación de penitencia de corporaciones como Soledad, Sepulcro, Buena Muerte, Císter y Misericordia, así como la evolución general de la Hermandad de la Agonía durante estos últimos años. Probablemente se podrían destacar más hermandades, pero estas estuvieron a gran altura.


Queremos destacar también cómo iba vestida la Virgen de la Trinidad, probablemente la mejor de todas las imágenes en este sentido, aunque para gustos los colores. Acierto de Esperanza, Rescatado y Penas de Santiago suspendiendo sus salidas procesionales. Menos acertadas las otras tres cofradías de la jornada aunque en el caso de Entrada Triunfal y Cerro se supo mantener la compostura. En relación a lo ocurrido el Lunes Santo, entendemos absolutamente comprensibles la precaución demostrada por todas las hermandades que decidieron quedarse en casa, aprovechando para destacar, una vez más, la incompetencia de quienes año tras año no dan pie con bola con los pronósticos meteorológicos. Su ineptitud a la hora de concretar que no caería ni una gota desde el chaparrón que cayó a la hora en que la Merced tuvo que suspender provocó la lógica reacción conservadora del resto de las juntas de gobierno. Cero absoluto para Aemet y para todos los demás, incapaces no ya para acertar con un día de antelación sino ni siquiera de hacerlo en un horizonte de unas pocas horas.


En el ámbito de capataces y costaleros destacaron en positivo las cuadrillas de Santa Faz, Trinidad, Perdón, Cristo de Gracia, Caído, Jesús de la Sangre, Reina de los Mártires, Rosario, Santo Sepulcro, Piedad y, especialmente, la cuadrilla de la Virgen del Amor con la Municipal de Coria. Mención aparte merece la cuadrilla del Desconsuelo que, merced a la rotura de su varal maestro, tuvo que lidiar con una papeleta muy complicada buena parte de su itinerario.

No todo fue positivo sin embargo en esta Semana Santa que acabamos de despedir. Algunos de los elementos negativos lamentablemente se vienen reiterando a pesar de ser destacados como manifiestamente mejorables año tras año. Las cofradías en general, siguen caminando de manera exageradamente lenta. Es incomprensible que corporaciones con 300 nazarenos tarden 50 minutos en pasar por un punto, hecho este que alimentado por la habitual y estéticamente espantosa separación de los integrantes de los cortejos, convierte en insufrible ver a la mayor parte de las cofradías cordobesas. Todo un ejercicio de paciencia infinita.

La imagen de costaleros entorpeciendo el paso de varios cortejos es otro elemento que por reiterativo no deja de ser reprochable o la concurrencia de acólitos cubiertos en virtud de una defensa de una presunta tradición que cae por su propio peso, por no hablar del acólito de la Hermandad del Resucitado que realizó gran parte de la procesión con gafas de sol sin que, al parecer, nadie reparase en el detalle. Lo mismo ocurre con la preparación de ciertos responsables de poner a las cofradías en la calle, que se reduce a la mínima expresión. No se entiende que algunos diputados o celadores se empeñen sistemáticamente en darle un espacio de 50 o 100 metros a un paso para que pueda andar, circunstancia absolutamente innecesaria y que es muestra más que evidente del desconocimiento que atesoran muchos de ellos. En este sentido no estaría de más que quienes tienen la responsabilidad de hacer caminar a un cortejo, al menos en sus últimos tramos, tuviesen cierta idea de cómo anda una cuadrilla, de tal modo que sepan anteponerse a las potenciales contingencias y supiesen, por ejemplo, que cuando llega un giro, si se deja un espacio relativamente importante, es muy probable que el paso quede colgado, hecho que ocurre con una sorprendente frecuencia en el palquillo de entrada en Carrera Oficial dejando una imagen difícil de entender por repetirse hasta la saciedad salvo honrosas excepciones. Inexplicables en este sentido cortes llamativos como los reiterados de la Paz (el Señor anduvo prácticamente solo todos los Jardines de la Merced con los diputados tirando del cortejo hacia adelante) o el que se produjo en la entrada en Carrera Oficial de Expiración.


Muy desafortunada la cuadrilla de la Piedad de las Palmeras en Claudio Marcelo, desconocemos si se repitió en otros puntos del recorrido, al igual que el caminar del palio de la Caridad que llamó la atención de propios y extraños por un movimiento singular que en nada se asemeja a la estética clásica de ese palio de cajón y que sorprendió de forma muy negativa.

No hemos sido capaces de llegar a una postura común respecto al controvertido acompañamiento musical del paso de la Virgen de las Angustias y por ello no establecemos opinión alguna al respecto. A muchos de nosotros nos ha parecido altamente positivo pero otros tienen un pensamiento diferente. Pero sí lo hemos hecho en varios aspectos fundamentales. Es completamente reprobable la ausencia de la máxima representante de todos, repetimos de todos los cordobeses, que debía estar donde le correspondía cuando le correspondía y que en absoluto puede ser paliada por la concurrencia de un segundo espada y con una presencia testimonial a última hora y cuando menos gente te ve. Los retrasos producidos derivados del experimento de la Catedral pueden ser asumidos de manera excepcional pero deben ser abordados con urgencia si se pretende otorgar continuidad al paso de todas las cofradías por el mayor templo de la Diócesis, con casos extraordinariamente llamativos como la tardísima hora en que llegó a casa la Paz y el retraso exagerado de las Angustias que provocó el cambio de itinerario sobre la marcha de la Buena Muerte y su insólita ausencia por Carrera Oficial. El hecho de que la Carrera Oficial a su paso suela estar prácticamente vacía, no resta ni un ápice a la cuestión de que es algo que no debe jamás volverse a repetir.

En suma, un buen número de aspectos positivos y negativos, amén de los que con total seguridad nos hemos dejado en el tintero, que cada cual pondrá en su particular balanza de lo que derivará una evaluación diferente, subjetiva, como no puede ser de otro modo. Cada cual tendrá su propia opinión que no será ni mejor ni peor de la que tengan otros, su evaluación personal e intransferible. Esta es la de Gente de Paz... ¿cuál es la suya?.

Fotos Antonio Poyato y Jesús Caparrós








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