Blas J. Muñoz. La pregunta tiene una respuesta compleja o,
al menos, con variantes diversas. Y es que las coordenadas del cambio
pasan por la decisión y voluntad de múltiples actores. El principal
(aunque no sabemos si a la postre, el más decisivo) son las hermandades
que habrán de analizar la Semana Santa de 2016 y actuar en función del
resultado de dicha reflexión. Hablamos de treinta Y siete cofradías que
realizan estación de penitencia y, por ende, del mismo número de
hermanos mayores que tienen tras de sí a sus juntas de gobierno y
cabildos de hermanos, en su caso.
Además de los mismos, también hay que tener en cuenta al
Cabildo Catedral. El legítimo propietario del templo ha mostrado durante
estos últimos meses una voluntad y un apoyo decididos en todo para
cuanto ha sido requerido de cara a que las hermandades tuvieran el mejor
paso posible por el templo catedralicio. Prueba de ello la hallamos en
un sinfín de detalles, siendo uno de los más significativos el hecho de
que se colocará en el Arco de las Bendiciones el altar para las jornadas
de Lunes, Miércoles y Jueves Santo, teniendo que ser desmontado
posteriormente para los días restantes en que las cofradías sí se
adentraban en las arquerías de Santa María de la Asunción.
Por otro lado, se halla la Agrupación de Cofradías, la cual
ha mostrado su predisposición a un cambio definitivo de carrera
oficial. Si bien en este apartado hay que tener presente que se abre, en
los próximos meses, un proceso electoral que determinará el
posicionamiento definitivo una vez se produzca su desenlace. Y todo ello
sin olvidar el factor decisivo del gobierno municipal.
A este respecto, Alfonso Alba señalaba en Cordópolis que
"el propio Ayuntamiento ha hecho un sobreesfuerzo al tener que
controlar, preparar y limpiar prácticamente el doble de calles que el
año pasado y con los mismos recursos". Curiosamente, soslaya Alba que en
2015 ya discutirán por los alrededores del templo veintitrés
corporaciones, lo que invita a pena a que, si en la Judería no se han
edificado nuevas calles, el esfuerzo no es "sobre", sino el mismo.
Sea como fuere, la decisión del cambio parece inaplazable, en uno u otro sentido. La cuenta atrás ya ha comenzado.