En los actuales tiempos de crisis se pone en cuestión si es o no ético que las hermandades y cofradías destinen fondos a la adquisición o restauración de enseres procesionales. Los talleres de bordados están sufriendo los rigores de la crisis que está mermando los estrenos de nuevas obras de bordados o impidiendo que se restauren obras de alta calidad que han sufrido el paso del tiempo.
Los encargados de restaurar los grandes mantos del XVIII, o los palios de Juan Manuel. O los que realizan nuevas sayas para dolorosas o ponen a punto túnicas del XIX. El primer bordador que responderá a las preguntas será José Antonio Grande de León.
Vestidor y bordador que a pesar de su edad ya ha contribuido con numerosas obras a la Semana Santa de Sevilla. El manto de la Virgen de los Dolores y Misericordia, así como su paso de palio, o la restauración integral del palio de San Esteban, con la realización de las bambalinas interiores son algunas de las obras que ya procesionan en la Semana Santa de Sevilla. Pero, ¿con qué manto se queda? ¿Cuál es para él el mejor paso de palio en su conjunto? Conocemos aquí cuáles son las mejores piezas de bordados para este profesional de la artesanía.
Un manto. Hay verdaderas joyas en la Semana Santa de Sevilla, es difícil escoger uno, pero me quedaría con el manto de la coronación de la Esperanza Macarena, obra de Esperanza Elena Caro. Tiene una tremenda calidad artística y está realizado con una técnica impecable. Es un conjunto perfecto ya que el diseño también es maravilloso. Si me tuviera que quedar con otro me quedaría con el de la Virgen del Socorro. Al igual que el anterior es un conjunto perfecto. Tiene los bordados en buen estado pero sí necesita una restauración ya que el terciopelo está pasado, situación inevitable con el paso del tiempo.
Un palio en conjunto. El paso de palio de la Amargura. Con él Juan Manuel creó un estilo. Es un paso de palio personalísimo, en el que todo está en una perfecta armonía. Está además perfectamente adaptado a la dolorosa de San Juan de la Palma. Es un compendio perfecto de todos los elementos. Y el sonido que tiene el palio es la calle es maravilloso. Hay otros palios que son de diferentes estilos pero que también reúnen todas estas características, como el de la Macarena, el Socorro o la Virgen del Patrocinio.
Una túnica. La conocida como «de los cardos» del Señor del Gran Poder. Es una obra brillante tanto en diseño como en técnica. Me gustaría que aunque no siempre el Señor procesionara con ella, sí la luciera de vez en cuando porque es una auténtica joya. Además el Gran Poder es una imagen que está hecha para portar túnica bordada. Igual que la túnica de acantos de Pasión. Es otra obra sobresaliente del bordado que tuve la satisfacción de restaurar.
Una saya. Para mí la mejor es la saya de volantes de la Macarena de Victoria Caro. Se ha convertido en una auténtica inspiración en la realización de otras muchas. Tiene muchos detalles, su técnica es fantástica y el diseño precioso. De las muchas otras sayas que procesionan en la Semana Santa de Sevilla me quedaría con la de la Estrella de las Antúnez o con la de salida de la Virgen de la Merced de Pasión, una joya bordada por Carmen Capmany sobre el traje de novia de María de las Mercedes.
Una insignia. El simpecado de la Amargura. Llama poderosamente la atención la Giralda que tiene el centro y es tremendamente característico de la cofradía, es muy personal. El del Silencio también personalísimo, destacando sobremanera el hecho de que esté bordado sobre malla y todo calado.
Un misterio. El del Santo Entierro tiene mucha personalidad. Sus bordados geométricos apenas se han repetido y aportan un sello muy característico al paso del duelo. Y dos maravillas son los de la Quinta Angustia y la Mortaja, con un aire romántico acordes con las imágenes que rozan la perfección.
Bordados en las Glorias. El simpecado de la Virgen del Amparo es impresionante en conjunto: sus bordados, su tamaño, su diseño. Impacta verlo en la calle con la Virgen al fondo, su característica grandiosidad lo hace una pieza única. También muy destacable es el simpecado de la Virgen de las Aguas del Salvador, una pieza que no procesiona pero que tiene unos bordados únicos.
Recordatorio La Esperanza de Triana por la Paz en el mundo