Carlos Gómez. La tarde noche del jueves 3 de noviembre de 2016 pasará a los anales de la historia de la Sevilla Cofrade porque el mismo Dios decidió tomar las calles de la ciudad para inundarla del inabarcable caudal de fe verdadera que emana de la incalculable grandeza del Señor del Cielo y la Tierra.
Una inmensa multitud acompañó a Jesús del Gran Poder a cada centímetro que descontó hasta alcanzar la Catedral. Una multitud que evidencia la eterna e insustituible vinculación entre la ciudad y el Hijo del hombre, El que todo lo puede, El que sana las almas que lo buscan y lo encuentran. Entre la inmensa marea de amor verdadero que se congregó a su paso, estuvo nuestro compañero Benito Álvarez para dejar testimonio gráfico de este histórico acontecimiento.