Blas J. Muñoz. Como ya les dábamos cuenta en Gente de Paz, este Lunes d pascua charlábamos con Carlos Lara acerca de las sensaciones vividas en la recién terminada Semana Santa. Al final de dicho artículo, Carlos dejaba en su epílogo el dato más importante, al señalar sobre su labor al frente de la cuadrilla de la Cena que "tuvimos un momento muy emotivo que quiero recalcar y fue el encuentro con los padres de la Asociación de Niños Autistas de Córdoba. Una historia muy bonita que empezó en un ensayo con un niño llamado Francisco".
"Este niño es el sobrino de uno de los costaleros. A los niños autistas hay que buscarles cosas con las que reaccionen o estimulen, son niños muy tímidos y no se relacionan con nadie. Después de ese ensayo el niño solo quería ver vídeos de Semana Santa y el Jueves Santo se acercaba a los costaleros. Es algo muy bonito lo que vivimos" -afirmaba Lara.
La prueba de este hermoso gesto que, sin duda, sirve para demostrar el trasfondo mágico que poseen las cofradías, la hallamos en una de las primeras levantás que el antedicho Jueves santo realizaba Lara, aun en el barrio de Poniente. "El Señor sale a la calle para mucha gente... Nosotros llevamos el nombre que ellos necesitan, Fe y Esperanza".
Emocionantes palabras las expresadas por Carlos Lara, ante la mirada atenta de Francisco, vestido de costalero, en uno de esos momentos en que el oficio de portar a Dios se torna, si ello es posible, en algo aun más sublime. Estas son las imágenes, solo les pido que comprendan, actúen en consecuencia y disfruten.