Blas J. Muñoz. El 24 de marzo de 2016 está ya marcado con letras de oro en la particular historia de las cofradías cordobesas. Y es que el Jueves Santo las mismas brillaron con luz propia, camino de la Catedral de Santa María de la Asunción. Una de las que lo hizo de forma más contundente fue la Hermandad de las Angustias, la cual presentaba interesantes novedades.
Una de las más esperadas consistía en el hecho de, tras varias décadas, volver a escuchar los sones de las cornetas acompañando al grupo escultórico de Juan de Mesa. Y la actuación de la BCT de la Coronación de Espinas dejó momentos de gran belleza plástica y espiritualidad cantada sobre el metal. Todo ello con la conjunción perfecta con la cuadrilla en la que debutaba como capataz Ángel Muñoz.
Así las cosas, tanto el Hermano Mayor como la Junta de Gobierno han querido, a través de un comunicado, hacer extensiva su felicitación y agradecimiento a los hermanos que participaron en la estación de penitencia. Sin dejar de nombrar a nazarenos, acólitos, costaleros, camareras, etc., en la misiva se deja claro que no se trata de caer en la autocomplacencia.
De este modo, también se anuncia que se realizará un análisis exhaustivo de una estación de penitencia que, en líneas generales, es digna de elogio y así se lo han transmitido a sus hermanos.