Juan Pérez. Rafael Ariza pertenece a una de las sagas de capataces con más sabor de Sevilla y su trabajo en la hermandades de La Hiniesta o de La O, por ejemplo, demuestran que la familia Ariza es de las más experimentadas de las que existen en el terreno de los capataces. Y así lo demuestran las sabias palabras de Rafael en cada momento.
De nuevo les traemos una reproducción ofrecida por la magnífica cuenta "¡A Esta Es!". En ella, Rafael Ariza ofrece su visión sobre el controvertido asunto de las vallas y las calles vacías. En concreto Ariza habla de "El año pasado en la salida de Francos, por ejemplo, La Hiniesta los nazarenos no podían cruzar y entiendo que hay que ponerle una solución".
"Esas cosas gustan y no gustan (por las medidas tomadas este año). Cuando pasé este año con el paso la sensación que sentí fue muy fría y muy rara. No es lo mismo pasar por allí sin poder andar a ver que no había gente ni hacia un lado ni hacia otro" -señala Ariza-. Quien expresa que entiende que "ya la inseguridad estaba patente y podía pasar algo".
Palabras que expresan el extraño sentir que se ha vivido esta Semana Santa en algunos de los puntos de paso más tradicionales de Sevilla y que habrá que ver cómo evolucionan en los próximos años.