LO ÚLTIMO

domingo, 8 de mayo de 2016

De Cerca con José Luís Jurado: "Centrar la atención en la banda en lugar de hacerlo en Quien va en el paso es una aberración"


Guillermo Rodríguez. Comenzó a frustrar la inoportuna lluvia la tarde de primavera en la ciudad de San Rafael, cuando llegué a la cita convenida con el protagonista de las interesantes reflexiones que nos disponemos a compartir con todos nuestros lectores. A pesar de llegar al lugar prefijado a la hora prevista con puntualidad británica, mi interlocutor ya se encontraba esperando a las puertas del magnífico edificio del Conservatorio Profesional Músico Ziryab, lugar en el que José Luís Jurado González cursa sus estudios de trompa de Grado Profesional, con Gabriel Córdoba y a cuyos responsables estamos profundamente agradecidos por haber cedido un aula para realizar esta entrevista, al igual que a Raúl Hernández, que ha colaborado desinteresadamente con su excelente reportaje fotográfico para ilustrarla.

José Luís Jurado es un hombre afable, perfeccionista y cercano, detallista, sincero y directo en sus manifestaciones, que no reniega de ninguna cuestión y que afronta con una absoluta honradez y valentía una conversación a pecho descubierto, en la que se abordan diversas cuestiones con una amplitud de materias que van desde sus reflexiones personales a asuntos que entrañan un considerable punto de polémica sin mostrarse dubitativo en ningún momento.

Un músico cofrade y cristiano con las ideas meridianamente claras y sin el más mínimo atisbo de miedo a la hora de manifestar sus opiniones. Un lujo conversar con quien no lleva el freno de mano echado y dice lo que piensa, con una persona de demuestra un nivel y una formación que no es tan generalizado en el universo cofrade como sería deseable. Una entrevista sin pelos en la lengua que merece mucho la pena leer con absoluto detenimiento. No pierdan detalle.


¿Para quien no le conozca quién es José Luís Jurado?

Soy un hombre sencillo, jovial y alegre, me gusta disfrutar de mis amigos, de las pequeñas cosas de las que creo que mucha gente no es capaz de disfrutar, como ver cómo se cae una hoja de un árbol, de ver pasar una nube… de esas cosas… estoy muy enamorado de la vida.

...Porque el detalle es importante ¿no?

Sí, mucho, yo al menos esta vida no la concibo sin detalles. Es... como con la música. Hay gente que dice que una garrapatea no sirve para nada, pero si está ahí es por algo. Históricamente ha estado ahí por algo y ahora no se le presta atención. Es cuestión de prestarle atención a esos detalles.

¿Cuántas formaciones musicales cuentan con José Luís Jurado en la actualidad?

Salud de Córdoba y Virgen de Luna de Villanueva.

¿En que cree que ha cambiado la música cofrade en la ciudad de Córdoba en los últimos años, y a qué obedece el cambio sustancial de calidad que ha experimentado?

Este cambio se ha producido porque los directores de todas las bandas han optado por formarse, ya sea a través de estudios reglados o a través de escuelas y academias de música, para intentar transmitir a los componentes de sus bandas lo que han aprendido.

¿Y aún así cree que le falta profesionalización a la música cofrade?

Muchísima. Yo creo que a la música cofrade le hace falta que los músicos dejen de pensar que están tocando en el medievo. Los músicos somos muy obtusos, no en la música cofrade en sí sino en cualquier tipo de género musical. Hay gente que no concibe el cambio. No se explica el Clasicismo sin que llegase Beethoven y lo rompiera. En la música cofrade ocurre lo mismo, está muy cerrada, o tocas Presentación, o tocas Triana o tocas Cigarreras.

¿Muy estática?

Sí, al menos en las cornetas. No somos capaces de hacer como las bandas de música o las agrupaciones, que no les importa que una marcha tenga uno u otro origen, que pueden tener en el mismo repertorio marchas muy diferentes. La música no deja de ser música. El problema que tenemos las bandas de cornetas es que creemos que si estamos dentro de un estilo, ya no nos podemos mover. Y las cornetas en sí es un estilo cada día menos puro, salvo Bomberos de Málaga, Centuria Macarena y Esencia con sus pequeñas variaciones, el resto hemos optado por ser mixtas, nos hemos convertido en bandas de viento y metal. Cornetas puras prácticamente esas, sobre todo Bomberos de Málaga, que es la madre, el que piense lo contrario está equivocado. Las demás no somos cornetas y tambores, somos cornetas, trompetas, tambores, bombardinos, tubas, trombones…

... con todo lo que ello conlleva, las bandas de este estilo se han convertido en diferentes y es la realidad pese a que algunos renieguen de esta evolución

Vamos a ver, una banda puede tener una plantilla instrumental amplia y respetar lo que hay escrito. Puedes afrontar una partitura de Alberto Escámez a tres voces y un director lo que tiene que hacer es, con los conocimientos que musicalmente ha adquirido, instrumentarlo todo sin que pase a ser otra cosa que Alberto Escámez. Yo no voy a violar una partitura original que hizo Escámez hace cien años para Bomberos de Málaga. El problema está en ese inmovilismo de estar aquí, aquí o aquí y hay un abanico muy amplio.



¿Falta experimentación en las cornetas?, ¿arriesgar?

Yo creo que sí, lo que pasa es que volvemos a lo de antes, vivimos instalados en el medievo y da mucho miedo atreverse a evolucionar, vaya que “llegue la Iglesia y zas…” Yo admiro lo que están haciendo Cigarreras y Triana, se están arriesgando y con ello dando pie a que los demás se arriesguen. Te hablo, por ejemplo de dos obras recientes, La Fe de Fran Ortiz de Triana y Prendido de Las Cigarreras. Son dos obras, con una forma de interpretación muy personal, muy diferente, pero para mi la música sigue siendo lo mismo.

Yo he escuchado a Cigarreras tocar una marcha de Triana en la Capilla de los Marineros con su particular forma de interpretarla. Una marcha de Tres Caídas tocada por Cigarreras que no sonaba a Tres Caídas sino a Cigarreras. Confundimos el estilo con la interpretación y eso es falta de cultura musical, no ya en las bandas sino en este país, en el que hay una escasez de cultura musical increíble, lamentable.

Todo el mundo para lo que sea consume música, que estás mal, consumes música, que estás bien, consumes música. Por eso se debería apreciar el trabajo, lo que se hace, por qué se hace… en el momento en que se empieza a comprender la música la mente se abre.

Nosotros nos decantamos originalmente por el estilo de Presentación al Pueblo, pero luego nos dimos cuenta que podíamos abrir el abanico e incluir marchas de Rosario de Cádiz, de Cigarerras, del Sol, y tocamos marchas clásicas. ¿Qué estamos tocando...seis estilos? No, estamos tocando cornetas y tambores adaptado a viento metal.

¿Si le pregunto por revolucionarios en las cornetas?

Yo destacaría a Fran Ortiz, a Francisco Javier Torres Simón, autor de Prendido, y sobre todo al mayor revolucionario que hubo y que habrá en la historia que fue Francis González Ríos, en la medida en que se incorporan marchas de profesionales la música se abre.

¿Y Larrinaga?

A mí me encanta...¿ revolucionario?...sí y no...podemos decir que ha creado algo nuevo dentro de una línea que viene de antes. Pero en este caso, si hablamos de revolución, hablaría de Jorge Águila porque él ha sido el primero en hacer bandas sonoras para marchas de Semana Santa. Yo creo que toda esta revolución que se está produciendo es la lógica evolución de incorporar la profesionalización a las cornetas y tambores, la formación aporta más apertura, nuevos prismas.

Háblenos del proyecto que está poniendo en funcionamiento en Villanueva

Surgió unos días antes de Semana Santa, viendo que había gente que estaba pidiendo entrar a la banda.  Yo ya no concibo entrar en una banda sin algo de formación para que cuando se le explique algo sea capaz de comprenderlo y ejecutarlo. No hablo sólo de conocer las figuras musicales sino de comprender la música, es necesario entender la música que se va a tocar. De modo que propusimos hacer una pequeña escuela de música y se nos ha ido de las manos. Teníamos una previsión de 25 o 30 personas y tenemos una lista de 187 alumnos. No se qué habrá pasado, no acabamos de entenderlo, de tener una plantilla de 50 o 60 personas, nos encontramos con 187 personas esperando entrar en la banda, que van a aprender y a disfrutar de la música. Eso se lo estoy inculcando desde el principio, cuando se toca en una banda hay que disfrutar de la música.



¿Y qué porcentaje de éxito tiene José Luís Jurado?, porque ligándolo un poco con la anterior pregunta, ¿es José Luís Jurado un revolucionario?

No, yo no, ya me gustaría a mí. A mí me gusta hacer las cosas bien. Para revolucionar hay mentes más preparadas que la mía. Pero lo que si es verdad es que si tú estás preparado y un revolucionario te da un papel para interpretar, ahí puede haber una buena simbiosis. Por eso la formación es fundamental.

¿Pero se considera arriesgado?

Ah, eso sí.

A eso me refería cuando hablaba de revolucionario. En la música, como en cualquier otro ámbito de la vida, uno tiene dos opciones, vivir con lo que te toca o dar un pasito más. A mi la sensación que me da es que usted es de los que dan ese pasito más.

Por supuesto, pero  me gusta dar el paso cuando estoy convencido de que la gente que está conmigo está suficientemente capacitada para dar también ese paso sin miedo, porque se puede llegar con una partitura que para un músico profesional puede ser una pasada pero no olvidemos que la música procesional está hecha para que la entienda el pueblo. Llegar con una composición complicada es muy difícil y sobre todo que tenga éxito. Cuando das un paso adelante te arriesgas a que no se acepten y lleguen las decepciones aunque luego te vengas arriba y sigas trabajando, no te queda otra.

Yo no soy un músico que lleve en el coche música de Semana Santa. Yo llevo a Bach a Haydn… por eso muchas veces me preguntan si he escuchado una marcha nueva y respondo que no. Porque además creo que es contraproducente para escribir música llevar la mente llena de lo que escuchas. Por eso tampoco soy alguien que escriba muchas marchas. Ahora, lo que sí es verdad es que quien viene a buscar una marcha mía sabe lo que viene a buscar. Viene a buscarme a mí personalmente. Yo tengo mi propio estilo. La marcha que le hecho a la banda de la Cena es una marcha superclásica. Desde que empieza hasta que acaba la estructura. Tiene mi personalidad pero es clásica, porque ellos llevan mucho repertorio de ese estilo y cuando hablé con Rafa Palos me dijo que es la forma de interpretar que a ellos les gusta, su estilo, y yo me adapté. Tuve que ponerme a estudiar y escuchar Santa María de la Algaba, Arahal y Manuel Rodríguez, para darle lo que se pretende, aunque luego se le añada tu propia personalidad. Lo que sí es verdad es que soy muy peculiar escribiendo. A mi me retaron a que no era capaz de hacer algo flamenco y ahí está Bajo la Alhambra que no llega a ser flamenco pero tiene la cadencia andaluza, está estructurado con un falso tres por cuatro, partes estructuradas con un falso seis por ocho… como si fuera ternario.



¿Cuáles son sus perspectivas con el proyecto de Villanueva?

Primero formar un grupo humano de calidad, de compañeros, de amigos. Y luego que se formen musicalmente, que disfruten de la música, que no tengan miedo a dar ese paso adelante. Llegará un momento en que termine mi tiempo en Villanueva, por decisión mía o suya, pero yo quiero que mi trabajo quede para siempre. Que nadie me pueda decir que he ido por dinero sino a trabajar y mi trabajo está en este niño, en ese otro y en aquél.

¿Cuáles cree que son los puntos fundamentales que han provocado la incuestionable evolución de la Banda de la Salud desde su origen o al menos desde que en 2010 se hizo usted cargo de la dirección musical?

Aparte de la formación, hemos hecho un grupo humano excepcional. Somos capaces de discutir y a los cinco minutos recular para que todo esté bien. Hemos hecho un grupo humano con cohesión y coherente. La gestión del grupo por parte de Ricardo es absolutamente esencial. Él ha logrado que todos formen un grupo de amigos, una gran familia, y técnicamente la evolución se ha fundamentado en la estabilidad del grupo. Más de sesenta personas llevamos juntos más de cuatro años, señal de la cohesión que mencionaba.

¿Cree que la Banda de la Salud está suficientemente valorada en Córdoba?, o dicho de otro modo, ¿estaba el año pasado mucho menos valorada de lo que lo está ahora?

Yo creo que la banda está valorada, lo que ocurre es que hay quien no ha sabido ver lo que tenía en casa hasta que no han venido de fuera a constatarlo.

¿Continúa Córdoba buscando fuera lo que tiene en casa?

Sí, pero no sólo por la Salud sino por Coronación, por Caído y Fuensanta, por Cristo de Gracia, por Redención… que es la mejor banda que hay en Córdoba, vamos a ser claros, vamos a hablar por derecho, es la mejor banda que hay en Córdoba. La gente dice que ha tenido bajones, pero habrá sido de gente, porque yo no le he encontrado bajón de calidad a Redención. Ellos tienen una forma de ver la música, y en eso les admiro, que no han abandonado pase lo que pase y guste más o guste menos. Ellos tienen su concepción y van a muerte con su música. Al abrirse más el abanico de composiciones entra en juego el gusto particular de unos y otros. Pero sin entrar en una u otra banda, en Córdoba no se comprende que se puedan hacer los cosas bien y se buscan fuera bandas con peor calidad que la que tienen las de dentro.



El otro día leí una reflexión que decía que un director de una banda no debe nunca imponer lo que se debe tocar en una cofradía, puede aconsejar, puede orientar…

Claro y debe haber un consenso con la hermandad. Las bandas están formadas por personas que necesitan un tiempo de calentamiento para hacer bien su trabajo y los repertorios deben estar adaptados a esos tiempos. Las bandas no son un CD y los músicos necesitan este tiempo. Una persona que levante 150 kg no intenta levantarlos a la primera, necesita ir calentando hasta llegar a su nivel.

Pero mi pregunta no iba por ahí, no se si no me he explicado o que usted no ha querido entrar. Si una banda le toca a hermandades de muy diferente corte…

La banda se debe adaptar evidentemente…

¿O debe mantener su estilo pase lo que pase? Hay un ejemplo muy concreto. Tres Caídas de Triana le toca al misterio de la Amargura.

Y le toca clásico, un repertorio clásico excelente, impecable.

Y en ese sentido, ¿qué banda de la Salud vamos a escuchar el próximo Miércoles Santo?

Una banda seria. Una banda como la que estuvo tocando en el Concierto de Cuaresma del Calvario. Un repertorio de marchas serias... clásicas y serias, que es lo que le va a a una cofradía de ese corte. No hace falta tener un repertorio de marchas clásicas muy extenso, se puede tener un repertorio de 10 o 12 marchas clásicas, otras 10 o 12 marchas serias, y con serias me refiero a que no sean necesariamente comerciales. Córdoba el Miércoles Santo se va a encontrar una banda tocando marchas serias. ¿Quién ha dicho que vayamos a tocar al Calvario Eternidad o Bajo la Alhambra?… es que no le pega... o sí, eso no lo sabemos hasta que ocurra o no ocurra. Históricamente la hermandad ha llevado un repertorio serio y nosotros respetaremos la historia. Es como si Redención le tocase a Clemencia Alma de Dios cuarenta veces, no tendría sentido.

O volviendo la oración por pasiva, y utilizando el mismo ejemplo, es como si Redención se negase a tocar Alma de Dios a otra cofradía de un corte contrapuesto a Clemencia porque no les guste. ¿Habrá que adaptarse a la hermandad con la que se contrata, o no?

Sí, sí, totalmente,... al menos intentarlo. A nosotros se nos ha dado el caso de montar una marcha y terminar desechándola porque no funcionaba. Si una marcha no le gusta a la banda es imposible que termine sonando. Sea como sea, en el repertorio que estamos planificando para el año que viene hay un número interesante de marchas clásicas. Aún así estamos pendientes de una reunión con el Calvario para abordar este asunto y llegar a un entendimiento. Con el Amor habrá que hacer algo similar. Yo imagino que a un crucificado no querrán verlo con determinadas marchas o a lo mejor sí, al ser una hermandad de barrio.



Cambiemos de tercio. ¿Cree que la puerta que se ha abierto en Sevilla para facilitar la llegada de bandas de otras latitudes puede favorecer que veamos a bandas cordobesas tocando allí?

Ya hubo una. La puerta estuvo abierta. Yo en ese aspecto admiro a Sevilla, su música es la mejor, aunque no lo sea, su música es la mejor, tenga la calidad que tenga. Ahora ha llegado una banda con una calidad muy buena y se ha abierto hueco y creo que no será la única, más pronto que tarde creo que veremos a la Pasión de Linares tocando en Sevilla y creo que va a ser muy pronto. Haciendo un símil está claro que se ha abierto la veda.

¿Y veremos bandas cordobesas en Sevilla?

Claro, ¿por qué no?, Si seguimos trabajando en Córdoba como lo estamos haciendo, yo creo que sí.

De todas formas el mundo no se acaba en Sevilla ¿no?

El mundo es muy grande. La música es más que Sevilla. Yo puedo tocarle una marcha a un Señor de Sevilla o a un Señor de Badolatosa, tan importante es una como la otra. El problema que tenemos es que los importantes somos los músicos y lo importante es lo que representa, lo que llevamos delante, algo que es más que todo esto. Hoy están los egos tan subidos que no nos damos cuenta que los músicos somos simplemente algo que está ahí detrás y que lo importante es lo que va arriba, ni los costaleros, ni las mantillas, ni las bandas, ni los nazarenos, ni que el paso esté más  o menos dorado, lo importante es lo que va arriba, los demás somos complementos.

Ocurre que como esta sociedad está denostando a la iglesia, cada día nos centramos más en lo banal, ... la música, ... en que tengo un palio bordado pero me voy a hacer otro más bordado porque si no, no llamo la atención...

¿Y a lo mejor se fomenta desde determinados ámbitos esa trivialización?

Incluso desde la Iglesia se está fomentando esa trivialización. Y no hablo ya de los sacerdotes sino de los propios cofrades que en primer lugar deben ser cristianos y actuar como tal y no pensar que mi hermandad es mejor que otra porque llevo mejor banda. Tu hermandad será una gran hermandad cuando tú tengas en tus cultos a la mayoría de tus hermanos. Eso es una cofradía. Y si un año no puedo salir porque tengo que ayudar a un grupo de hermanos que está pasándolo mal, pues no salgo, y no gasto el dinero en eso, lo invierto en otra cosa más importante. Yo pienso así,... estaré equivocado o no... pero es mi punto de vista.



¿Qué piensa del fenómeno fan que hay alrededor de las bandas? Hablo de esa imagen de una banda detrás de un paso y la gente grabando a la banda en jugar de al paso…, algo que a un compañero nuestro le molesta especialmente

A mí me molesta mucho porque la gente no piensa que somos personas y que nos podemos asustar. Un chaval que no esté acostumbrado por ser su primer año, puede estar tocando y encontrarse de pronto cuarenta móviles encima suya. Lo más probable es que a ese muchacho le de un ataque de ansiedad o que le den un golpe y le hagan daño. El mundo de las redes sociales es muy complicado. Cuando alguien hace un trabajo cara al público, te expones a la crítica, a que hablen bien de tí o mal, y te expones a que te graben y lo publiquen. No se le puede decir a alguien que no grabe porque estás haciendo un trabajo en la calle, pero debe hacerse con respeto y a una distancia lógica y no meter la cámara en el instrumento. Las críticas hay que aceptarlas y aprender de los errores, para lograr que los días malos que existen sean los menores posibles.

Y el hecho de centrar la atención en la banda en lugar de hacerlo en Quien va en el paso, ¿qué opinión le merece?

Una aberración. Que vayan los pasos solos y las bandas con gente es una aberración. Ver a la gente encima de los músicos es inconcebible. ¿Qué hemos hecho los músicos? ¿Tanto le aportamos a la sociedad? Está claro que un grupo de personas que se reúne para hacer algo en positivo le aporta algo a la sociedad pero hasta llegar al extremo del fenómeno no ya fan, sino friki… tú puedes tener un grupo de seguidores que te sigan a los conciertos o que vaya a verte en Semana Santa incluso, pero llevarlos delante apuntándote con un móvil… yo no le veo sentido.

Yo si voy a ver una procesión, voy a ver la procesión, a fijarme en los detalles, en el cirio derretido del nazareno, en el niño que pide cera, en el que pide una estampita, en el que recibe un caramelo sin haberlo pedido, en el costalero que lleva el pantalón remangado o en el que lo lleva por encima de las rodillas como si estuviera en la playa, en miles de detalles, el color de la cera, el color de la flor, como refleja la luz en la cara de la Imagen, como refleja la noche en la cera de un palio… eso es disfrutar de esto. La música está ahí, es el incienso… Al final le damos mucha importancia a lo superfluo y se nos olvida que somos cristianos y estamos haciendo una representación de la Pasión.



¿Qué cree que le falta a la Semana Santa?

Le falta más raíz cristiana profunda y bien asentada. Hay sitios donde se aprecia esta raíz y lugares donde se limitan a sacar al muñeco de turno. Falta formación cristiana. Yo no concibo una Semana Santa sin ser cristiano, no sería capaz de estar tocando si yo no fuese creyente. Tengo mis creencias muy claras. Habrá gente que lo entienda y habrá quien no lo entienda… luego están los de Podemos…

Hay mucho podemita en las cofradías…

Sí, sí… así nos va… Y desde otro punto de vista falta más recorrido. Córdoba tiene muy poca historia cofrade, entre otras cosas porque nos la cortaron. Necesitamos más recorrido, que las hermandades se asienten más.

¿Existe rivalidad entre las formaciones musicales?

Entre las formaciones no, entre los propios músicos.

¿Y en qué se traduce esa rivalidad?

No hay más que mirar en las redes sociales, tan sencillo como eso. Yo no me llevo mal con ningún director de ninguna banda. La rivalidad existe entre componentes. La irrupción de las redes sociales han convertido esto en una carrera de fondo a ver continuamente quién es el mejor olvidando todos que el mejor es el que va delante. En el caso de mi banda que es la que conozco lo tenemos claro, cuando los que dirigimos detectamos algún conato de algo, lo cortamos de raíz. Nosotros hablamos con nuestra música, que hablen los demás. Nuestra obligación es hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible, el resto que haga lo que considere oportuno para ser feliz. Si hay quien es feliz atacando a los demás que lo haga, yo lo soy yendo a mi rollo y pasando de ese tipo de cosas.

¿Y esa rivalidad perjudica o en cierto modo supone un aliciente?

Perjudica más que ayuda. La rivalidad en sí es positiva pero la rivalidad insana no. Y esa es la que existe entre músicos de distintas formaciones e incluso entre músicos de la misma formación. Ahí está la figura del director que debe obrar en consecuencia sin olvidar que tampoco somos los padres de nadie. Lo que hay que fomentar es más compañerismo. Unos lo hacen mejor, otros intentamos mejorar cada día, otros lo hacen “menos mejor”, que no peor.

¿A lo mejor eso se solucionaría con un Consejo de Bandas en Córdoba?

No, se solucionaría con más formación.

¿Dónde cree que puede estar el techo de la Banda de la Salud?

Donde quieran mis músicos llegar. El techo lo tienen ellos. Ahora mismo lo tienen todo para seguir avanzando. Ahora estamos consiguiendo sentirnos bien con nuestro trabajo. El techo de una banda es que la banda nunca pueda reprocharse a sí misma un trabajo mal hecho.

¿Un sueño para José Luís Jurado?

Que hubiese formación en todas las bandas porque sería señal de que se están haciendo las cosas bien. Que hubiese la misma formación en las bandas de cornetas y en las agrupaciones como la que existe en las bandas de música. Saldríamos ganando todos.

¿Dónde se ve dentro de diez años?

Me gustaría verme profesionalmente estabilizado en una orquesta prestigiosa, de España o del extranjero o impartiendo clase. ¿Si estaré o no en la banda? Mi cuerpo dirá en algún momento basta, y será basta, o mis obligaciones familiares me piden que pare un tiempo… !Dios dirá!... hablar de diez años es una barbaridad… Seguir trabajando en lo que me gusta, en la música… ¿qué más se puede pedir?


 Fotos Raúl Hernández












Hoy en GdP