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jueves, 12 de mayo de 2016

Enfoque: ¿La traición de Ernesto Sanguino?


Juan Pérez. Eran amigos y casi hermanos. Compartieron décadas al frente de los pasos y en un otoño desapacible, Ernesto Sanguino decidió caminar en solitario. No había "mal rollo" o eso parecía desprenderse de cada declaración que hacía o entrevista que daba el abogado. Manolo era su Maestro y él seguía llevándose bien con Antonio. Era algo natural después de tantos años. Y no tenía nada que ver su entrada en el Consejo del Betis.

Sanguino lo desmintió y dijo que empezaba otra etapa. Algún malpensado esperó la decisión de la Macarena y en 2015 y 2016 los de San Gil siguieron confiando en Santiago. Y eso que Santiago no anda fino y se le atribuyen salidas de tono que servirían, si fueran ciertas, para cesarlo y no tener cargo de conciencia. Pero Sanguino seguía diciendo qe no, que él no competía, que si lo llamaba alguna hermandad se lo pensaría (o lo que muchos entienden como autopromoción o publirreportaje en cada entrevista). Y sirvió porque lo llamaron de Bellavista.

La careta se la ha quitado una hermandad que comparte apellido con esta página. No han estado muy finos "quitando de enmedio" a Antonio después de tanto tiempo de él y su padre en la cofradía y justo antes de la Coronación. Tendrían que haberlo hecho, en mi opinión, el año pasado cuando se negó a la petalá, pero entonces tendrían sus motivos o sus temores ¿quién sabe?

Pero Ernesto no queda mejor. No puedes decir a los cuatro vientos que ha sido una salida de lo más amistosa y ocupar el puesto de tu amigo. Es feo, aunque el traje y el sonido del llamador son una dormidera perfecta para la memoria. Pasó en el Gran Poder con los Ariza y los Villanueva, pero la diferencia era grande porque ambas familias están muy por encima, con todos mis respetos, del nuevo capataz del Porvenir. Segundo de Rafael Ariza o de Manolo Villanueva soy yo si me dan la alternativa. Bajo el paraguas adecuado nadie se moja.

Ahora toca mojarse y ya les digo que para mí Antonio dejó de ser el número uno hace mucho si es que lo fue (a número de pasos no me refiero). Es más, los últimos años la cosa ha ido a peor y hay revirás que te tienes que tomar una bebida energética para aguantarlas enteras. Pero Ernesto es que no ha estado en ese supuesto top ten y entre ellos, por mucho que se quieran en las entrevistas, parece que va a haber pugna por un puesto en la ATP de los capataces. Esos que no se traicionan.











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