Blas J. Muñoz. Hay casos que, por curiosos, no dejan de
llamar la atención. El pasado mes de abril, por ejemplo, para
"promocionar" la Cata del Vino Montilla-Moriles se disfrazaba a un
muchacho de San Rafael, ante el lienzo de Antonio del Castillo en las
dependencias de Capitulares. Una sesuda explicación se argumentaba para,
a la postre, dejarnos una instantánea de dudoso gusto.
Tal es así que hubo quien lo interpretó como una falta de
respeto, aunque de todos es sabido que suele ser más cómoda la mofa de
los símbolos cristianos que los de otras confesiones. Si bien se podría
considerar que ninguna religión o creencia lo merece. Pasado un mes, la
Feria de Nuestra Señora de la Salud, ahora popularmente conocida como
"de Mayo", nos deja impactantes imágenes de macrobotellón como símbolo
"turístico" de la ciudad a orillas de su río.
También nos vuelve a dejar el trabajo decidido de las
hermandades y una recepción oficial de Diputación llamativa. Se
compartía en redes sociales cómo para la misma el caldo elegido era una
famosa manzanilla de tierras gaditanas (en cuya capital gobierna
Podemos) y como el catering era servido por una empresa de Sevilla
(donde su alcalde del Partido Socialista gobierna en condiciones
similares a Isabel Ambrosio).
Invita a la curiosidad el hecho de que, tras aquella
campaña publicitaria con disfraz de San Rafael incluido, no se contara
para la recepción con caldos de una tierra donde los hay y muy buenos y
que sea la Diputación Provincial precisamente la que se olvidé de la
provincia en este aspecto.