24 de mayo de 2015: España vive sus elecciones municipales. Con la noche ya caída, en Cádiz suenan acordes de carnaval para celebrar la victoria de aquel que prometía el oro y el moro y que, ahora, recibe las reprimendas de quienes confiaron en sus promesas vacías; de aquel que planta a las autoridades eclesiásticas en el Corpus, pero meses antes renuncia a sus principios para ir tras el Nazareno de Santa María. Y mientras tanto, en la capital de los califas, 'los héroes del cambio' (que buen título sería para una chirigota) festejaban su acceso a Capitulares; un festejo que, quizás, también les hubiesen gustado que hubiese estado amenizado a ritmo de tanguillos o, al menos, con otro tipo de polifonía con respecto a la que se podía escuchar en las proximidades del recinto del grupo municipal en cuestión.
Y es que la procesión de María Auxiliadora, cuyo santuario se emplaza en la misma vía donde se halla tal sede política, se enfilaba de regreso a su templo cuando los partidarios de dicha agrupación electoral celebraban su particular triunfo con agravios y ultrajes hacia el cortejo que conformaba la procesión. Con este episodio (como si de un suceso histórico se tratase), comenzó la archiconocida historia de los desaires y menosprecios en la que se ha visto afectada toda la Córdoba cofrade, si bien la situación se ha neutralizado, al menos, por el momento. Así la tesitura, la salida por parte de la asociación de fieles que rinde honor a la Patrona salesiana no ha contado con incidente alguno en este año 2016, en el cual hemos podido comprobar la inmensa devoción que el pueblo de Córdoba le rinde a la Imagen letífica; un compromiso devocional que se ha reafirmado, con más fuerza que nunca, este pasado día 24.
Como bien decía un cofrade cordobés 'Córdoba es más devocional que cofrade'. Y no le falta razón, pues buenamente se puede contemplar en la orbe cofradiera cordobesa como, por ejemplo, la media de los cuerpos de nazarenos apenas ronda los 300, mientras que, en gran parte de las hermandades, el número de hermanos dúplica o triplica a la cifra de penitentes. Esos hermanos que, por unas causas u otras, prefieren no realizar estación de penitencia con sus titulares, y optan únicamente por acudir a su rezo en la capilla. Transcribiendo el caso (se puede entender que no se trata de las mismas circunstancias) a la asociación de María Auxiliadora se podría decir que, de igual modo, cumple el dicho, puesto que los centenares de fieles congregados en la eucaristía previa a la procesión no formaban parte de la comitiva, la cual estaba numerosamente nutrida. Así mismo, cabe destacar la gran afluencia de público que acompañó a las tallas salesianas durante todo el recorrido, a pesar de las horas en las que se desarrolló y de tratarse de una jornada laborable. El pasado 24 de mayo no hubo quien le aguara la festividad a la comunidad de los salesianos...
Antonio Botella
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