Juan Gravina Ponce. Hace escasas fechas conocimos que, sobre la bocina, el señor Francisco Ruíz Abril presentaba su candidatura al puesto de Hermano Mayor de la Cofradía del Resucitado. Los miembros de la misma, la única que concurrirá a las elecciones de la Hermandad, tendrán previsiblemente la responsabilidad de continuar la labor de Manuel Murillo Estévez, quien ha decidido no optar a la reelección en el cargo. No obstante cabe recordar que este sí forma parte de la candidatura de Francisco Gómez Sanmiguel para presidir la Agrupación de Hermandades y Cofradías en la que, si las Cofradías respaldan la misma, seguirá desempeñando el cargo de Vicetesorero.
El pasado miércoles 22 de abril, la edición de ABC de Córdoba publicaba algunas declaraciones del señor Ruíz Abril, entre las que llamaron nuestra atención las siguientes referentes al traslado de la carrera oficial a la Catedral: "Para el candidato a hermano mayor del Resucitado, lo ideal es que «cada una haga lo que crea conveniente y se sigan sumando como lo han hecho hasta ahora, pero no somos partidarios de llevar allí la carrera oficial por muchos motivos». Entre otros, por «el hecho de que se alargaría el camino tres horas y llevamos muchos niños, por los problemas de seguridad que acarrearía llevarlo allí y porque, en definitiva, en Córdoba no hay tradición como pueda haberla en otras ciudades», expone Ruiz".
Bien, no es ningún secreto que la decisión sobre la Estación de Penitencia de todas en la Catedral generó serias discrepancias en algunas Cofradías cordobesas. De hecho, el señor Ruíz Abril decidió abandonar la junta de gobierno de Murillo Estévez de la que formaba parte durante los primeros meses del presente año... ¿casualidad?
Siendo respetable el punto de vista sobre el traslado a la Catedral por parte del candidato a Hermano Mayor del Resucitado, no acabo de entender muy bien el tema de la seguridad. No es el Domingo de Resurrección un día de grandes masificaciones en el entorno de las calles de la Catedral, tal y como se ha podido comprobar este mismo año. Y el resto de jornadas en las que la climatología acompañó no se detectaron problemas insalvables más allá de las que generan Cofradías que no saben andar (que tuvieron más repercusión de ámbito organizativo que de seguridad en sí). Tampoco se acaba de comprender muy bien el tema de la prolongación del recorrido de la Hermandad, pues bien cabría plantearse la importancia del rodeo por San Agustín. Y el cortejo de niños pues, ¿qué quieren que les diga? Seguirá siendo de niños si los cortejos siguen de la mano de Dios y sin trabajo alguno por concienciar a los adultos de que el puesto de nazareno no es para los infantes exclusivamente. Por último, el argumento de la poca tradición de ir a la Catedral queda en entredicho recordando que las Hermandades antiguas hicieron estación de penitencia allí durante siglos y, en la actualidad, algunas superan los 30 años acudiendo al primer templo de la ciudad...
Ojo: esto lo argumenta uno que, personalmente, discrepa mucho de tener que ir a la Catedral "como sea", como según parece está por la labor la candidatura de Gómez Sanmiguel... pero creo que no vale cualquier excusa para ser la primera en descolgarse.
Foto Gente de Paz