Blas J. Muñoz. Hubo un tiempo en que las hermandades desarrollaban su actividad ciñiéndose al período que dictaba el curso. Llamémoslo cofrade, pero lo que parece claro es que dicha limitación temporal fue desapareciendo con la aparición de las hasta, hace relativamente poco, denominadas nuevas tecnologías.
Gracias a las mismas, redes sociales preeminentemente, la relación entre las corporaciones y sus hermanos ha ido salvando las distancias físicas, tanto para conocer cualquier nota de la actualidad que pueda surgir en torno a la cofradía de turno como para que el cofrade tenga una vía de contacto permanente con la institución.
Una simbiosis que ha derivado en una conectividad mucho más elevada e impensable que la que no disfrutábamos hace apenas unas décadas. El último argumento de lo expuesto lo hallamos en la Salesiana Hermandad del Prendimiento que, recientemente, anunciaba que la Secretaría de la corporación estaría cerrada durante los meses de verano.
Un descanso que no implica la dejación de las constantes de la cofradía puesto que se facilita a los hermanos vías de contacto directas, tales como el correo electrónico o la comunicación por medio de las cuentas oficiales en redes sociales que posee la hermandad del Martes Santo.