LO ÚLTIMO

domingo, 10 de julio de 2016

De cerca con Francisco Camacho: "La aparición de nuevas formaciones en Córdoba es un atraso y perjudica a las ya existentes"


Blas J. Muñoz. La trayectoria de Francisco Camacho, Director de la BCT Caído y Fuensanta de Córdoba comienza con un amor a la música desde muy pequeño. De hecho, en las siguientes líneas nos narra como "con 14 años me compraron mi primera trompeta y poco después una corneta", para seguir explicando que a los "15 años entré en la banda de Jesús Caído" y a los "19 años inicie mis estudios en la Universidad de Córdoba, cursando la Diplomatura de Maestro en Educación Musical".

Toda una vida de entrega a la música procesional que ha culminado en la dirección de una de las mejores formaciones cordobesas. En las siguientes líneas, Francisco, nos atiende y nos muestra sus reflexiones acerca de distintos aspectos del mundo de las bandas y, por supuesto de Caído y Fuensanta que, para él "es una forma de vida, yo no imagino mi vida sin que llegue un lunes a las 9 de la noche y no tenga ensayo de la banda, o sin estar pensando continuamente en qué marcha vamos a montar, o qué matices podemos hacer, o cómo vamos a repartir los grupos". Lean y disfruten.


En pocas palabras, cómo definiría a la Banda de Cornetas y Tambores Caído y Fuensanta.


La Banda de Cornetas y Tambores Caído y Fuensanta, ante todo es un grupo humano que se reúne día a día entorno a la figura de una corneta y un tambor para compartir una afición que nos une y a la que amamos, gracias a la cual desarrollamos nuestra música, música que se hace desde la humildad y el cariño para acompañar a las hermandades y cofradías que desean contar con nosotros.

¿Cómo valora el actual momento por el que atraviesa la formación?

Pues actualmente se puede decir que estamos atravesando por el mejor momento desde la creación de la banda, es una época dorada dentro del ámbito musical cofrade, hemos conseguido una estabilidad y una madurez que nos hace destacar dentro del panorama de las cornetas y tambores tanto en nuestra ciudad como en otras provincias.

Si tuviera que definir el estilo de Caído y Fuensanta, qué destacaría.

Destacaría que somos una banda de rasgos clásicos, y a la vez innovadora, adaptada a los tiempos de ahora, y que intenta apostar por lo propio, con composiciones novedosas de autores diversos y que marquen un estilo por el que ser reconocida. Caído-Fuensanta tiene la capacidad de adaptarse a la demanda de cualquier tipo de Hermandad, y para ello contamos con un amplio repertorio rico y polivalente, compuesto por 55 marchas de diferente corte, englobadas en tres grandes grupos: clásicas, propias y marchas de otras bandas. En nuestro caso siguiendo una línea basada en la Banda de las Tres Caídas de Triana, a la que hemos tenido como referente desde nuestros comienzos. 

En el mundo de la “Córdoba Cofrade” en ocasiones se nos ha atribuido la fama de ser una banda “flamenca” o de “bulla”, y por ejemplo cuando se habla de banda clásica todo el mundo apunta hacia Coronación de Espinas, cuando nosotros en nuestro repertorio contamos con un 80% de marchas clásicas y de los años 90, además interpretadas sin rearmonizaciones raras, tal y como se compusieron originariamente. Lo clásico es clásico y hay que respetarlo y tocarlo como tal. 

La trayectoria de la formación en Córdoba es muy dilatada ¿Qué momentos de su devenir histórico destacaría?

A pesar de la madurez musical de la banda, hay que considerar que somos una de las últimas formaciones en constituirse, ya que la banda fue presentada públicamente en la cuaresma de 2009, en la Parroquia de la Trinidad, y este año hemos celebrado el VII aniversario. Hemos tenido muchísimos momentos importantes, cada salida en la que participamos con nuestros sones tiene la misma importancia para nosotros, porque damos el cien por cien en cada momento. Pero como momento histórico, yo destacaría el año 2011, año en que la banda consiguió dos nuevos contratos en la ciudad de Córdoba, como fue el acompañamiento a la hermandad de la Entrada Triunfal y a la hermandad de la Misericordia. 

En 2013 tuvimos el privilegio de participar en el Vía Crucis Magno de la ciudad de Córdoba, acompañando a Nuestro Padre Jesús Caído. Fue una experiencia inolvidable, ver tal cantidad de gente por todas las calles y disfrutando como si fuera una semana santa en el mes de septiembre. Sin duda fue algo histórico.

En este año 2016, destacaría la participación en el espectáculo de los Cantores de Híspalis “la Pasión por Andalucía”, celebrado en el mes de febrero en el Gran Teatro de nuestra capital. 

¿Cómo llega a la dirección de la misma?

Pues yo procedía de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Caído de Córdoba, en la que ingresé a finales del año 2000. En sus últimos años de vida formé parte del equipo de dirección musical junto a Juan Luis Cabanillas y José Antonio Sánchez. Al realizarse la Fusión con la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Fuensanta, se me propuso entrar en la dirección musical, primero como apoyo al director, que por entonces era Juan Luis Cabanillas. Poco después se me nombró como subdirector musical, cargo que ocupé hasta el verano de 2013 en el que pasé a ser el director musical de la Banda. 

¿Qué requisitos considera que debe atesorar el máximo responsable de una banda?


Primero como requisito imprescindible tener conocimientos musicales, ya que la evolución de la música procesional de cornetas y tambores ha sido agigantada, y la complejidad de las composiciones cada vez es mayor, a esto se suma la incorporación de nuevos instrumentos que aumentan la plantilla musical, por lo que requiere mayor preparación para poder llevar a cabo el montaje de las marchas y la dirección en general. 

También otro requisito es ser una persona cercana, tener don de gentes y facilidad comunicativa, ya que hay que estar al frente de un amplio colectivo de personas con diversidad de edades, desde niños hasta personas adultas. 

Y como último requisito tener mucha constancia y paciencia, ya que la mayoría de los músicos de la bandas no son profesionales y no todo el mundo tiene la misma capacidad de aprendizaje. Hay personas que entran en las bandas sin conocimientos musicales ningunos y sin saber tocar un instrumento, y en cuestión de dos o tres meses los preparamos para que puedan interpretar las marchas del repertorio. Es un trabajo que se hace y que solo nosotros sabemos lo que cuesta. Por todo esto hay que tener paciencia y constancia.

¿Quiénes han sido sus referentes?


Mi afición a la música cofrade y al mundo de las bandas me viene desde que tenía 6 o 7 años, desde entonces no he parado de escuchar discos, ver videos, asistir a conciertos, visitar ensayos de distintas bandas para ver sus métodos de trabajo, tener tertulias con directores y compositores, etc. En mi caso con 12 o 13 años aprendí solfeo y algunos aspectos de la música de manera autodidacta, todos los días le dedicaba un rato en mi casa a leerme libros que sacaba de la biblioteca de mi barrio y a hacer ejercicios. Con 14 años me compraron mi primera trompeta y poco después una corneta. Aprendí a tocar yo solo, y empecé a componer mis primeras marchas en hojas de papel. Con 15 años entré en la banda de Jesús Caído. Mis primeros años como músico me hicieron aprender muchas cosas, viendo trabajar a mis directores de por entonces, y me sirvieron para evolucionar tanto musicalmente como personalmente. Con 19 años inicie mis estudios en la Universidad de Córdoba, cursando la Diplomatura de Maestro en Educación Musical. Posteriormente completé mi formación con otros cursos de música.

Cuál es el momento, dentro de la trayectoria de Francisco Camacho en la Banda, que recuerda con más emoción.


Pues hay tres momentos claves en mi trayectoria musical que son los más importantes de mi vida. 

El primero fue el día que toqué mi primer concierto como músico de la banda de Jesús Caído. Fue el 28 de febrero de 2001 en la Plaza de Capuchinos, concierto en honor a Ntro. Padre Jesús de la Sangre de la Hermandad del Cister. Lo recuerdo como si fuera ayer, un gran día para mí, porque allí comenzó todo.

El segundo momento más importante fue el estreno de la primera marcha compuesta por mí, en marzo de 2005, titulada “Padre, Cristo y Rey”, marcha dedicada a la Borriquita de la Puebla de Cazalla (Sevilla). Este fue mi debut como compositor. Poco después la Banda de la Salud estrenó mi segunda obra, titulada “Atardecer en el Barrio” marcha que les regalé con todo mi cariño en los comienzos de la banda, y que han tenido en su repertorio hasta hace muy poquito. Cada vez que la interpretaban me sentía lleno de satisfacción.

El último gran momento fue cuando en el verano de 2013, me comunicó la junta de gobierno de la banda, que era nombrado como nuevo director musical de Caido-Fuensanta. Este momento fue increíble para mi, sentía que ya había llegado a lo máximo que se podía llegar, un camino que empecé con 15 años como un niño más de los que entran a tocar, y a los 28 años cumplí mi sueño, el de ser el director de mi banda.

A nivel personal, qué le aporta pertenecer a Caído y Fuensanta.


Para mi pertenecer a Caído-Fuensanta es un orgullo, es una satisfacción personal, es una forma de vida, yo no imagino mi vida sin que llegue un lunes a las 9 de la noche y no tenga ensayo de la banda, o sin estar pensando continuamente en qué marcha vamos a montar, o qué matices podemos hacer, o cómo vamos a repartir los grupos. Siempre hay algo que hacer, algo que mejorar, es un trabajo continuo al que te acostumbras y no puedes vivir sin él. Es algo más que una afición, porque a la hora de la verdad te lo tomas como algo más, y le das más importancia que a otras cosas de la vida. También puedo decir que la mayoría de mis amigos son compañeros de banda, al fin y al cabo pasamos más horas juntos que con la familia.



Qué me dice de las siguientes hermandades:



- Entrada Triunfal.


A Parte de ser mi Hermandad, soy hermano desde el año 1988 y he sido acólito del Señor hasta el año 2010. Es una de las hermandades que en poco tiempo han creado unos fuertes lazos de amistad hacia nosotros, cuentan con nosotros para todo y nos tratan como si banda y hermandad fueran una misma institución. Se han ganado toda nuestra confianza y a día de hoy no imagino nuestros sones sin el Rey de Reyes delante, y las campanas de San Lorenzo anunciando una nueva Semana de Pasión. Para mí, es el día más bonito de la Semana Santa, el día en el que empezamos a mostrar el trabajo que hemos realizado durante todo el año. Tenemos dos composiciones dedicadas al señor de la Entrada Triunfal, “El Profeta” estrenada en 2013 y “Al Rey de Reyes” marcha estrenada en 2016, las dos compuestas por mí.

- Misericordia.


La Hermandad de la Misericordia es la elegancia y la sobriedad puesta en la calle. La Hermandad del Silencio Blanco, es impresionante la compostura de su cortejo y la imagen impactante del señor crucificado saliendo de San Pedro. Es una estampa espectacular. Ese día se interpreta un repertorio totalmente clásico detrás del Señor. Repertorio que elige la hermandad y que es exquisito. Aquí es donde se puede apreciar cómo Caído-Fuensanta que el Domingo de Ramos es todo alegría y clamor y el Miercoles Santo se vuelve más clásica y más solemne que nunca, a los sones de marchas añejas que nos trasladan a otra época. Dos repertorios totalmente distintos y que la banda se adapta perfectamente. Le tenemos mucho cariño hacia esta hermandad y la relación es muy grata, le agradecemos su confianza hacia nosotros.

- Caído.

Aunque no dependemos administrativamente de la hermandad, ya que somos una institución totalmente independiente, llevamos el nombre de Jesús Caído tanto en nuestro banderín como en nuestro corazón. Le tenemos mucha devoción a Jesús Caído y cada Jueves Santo nos encomendamos a él, y le ayudamos a cargar su cruz con nuestros sones. Es indescriptible lo que se siente detrás del señor de los toreros al pasar por Santa Marina o por el callejón del Conde de Priego. Sensaciones únicas y que somos privilegiados al sentirlas cada Jueves Santo. En 2013 le compuse una marcha titulada “El Señor de los Califas” y que cada Jueves Santo es la primera marcha en interpretarse tras la salida. Son muchos años los que llevamos manteniendo unos lazos de unión y de amistad bastante fuertes, nos abren su casa cada Jueves Santo para sentirnos como un elemento indispensable. Nuestra música se hace oración detrás del Señor Caído.

- Descendimiento


Es otra gran familia de la banda. Cada vez que cruzamos al campo de la verdad nos sentimos como en nuestra casa. Son muchos años de vinculación los que nos unen, y existe un cariño mutuo que nos hace disfrutar de cada momento vivido. Colaboramos con ellos en la clásica recogida de alimentos cada navidad, y disfrutamos con la convivencia. También vivimos momentos que se quedan en nuestras retinas y que son únicos, como la clásica estampa del misterio del Descendimiento cruzando el Puente Romano, o las serpenteantes calles de la Judería a los sones de Caído-Fuensanta que hacen que nuestro corazón sienta una emoción que estalla. La “chicotá eterna “en la calle Deanes, donde cada año se interpretan 6 marchas seguidas, es momento culmen de nuestra Semana Santa, al acabar una sensación de satisfacción nos llena de orgullo, porque un Viernes Santo más se ha cumplido.

Durante este curso cofrade han culminado el estreno de una interesante trilogía de composiciones para la banda, cuáles son los aspectos que resaltaría de la misma.


Pues es una trilogía compuesta por nuestro amigo Ignacio García, uno de los compositores andaluces que está ahora mismo en auge. La trilogía de Ignacio está formada por Córdoba que fue la primera obra que nos compuso hace tres años y que tuvo bastante éxito, marcha dedicada a Córdoba, la ciudad que nos vio nacer. Un año después nos hizo “Al Alba Resucitó”, dedicada a la Hermandad del Resucitado de Palma del Rio, una gran composición sin duda. Y este año hemos culminado con la tercera parte que se titula “A Tus Brazos el Hijo de Dios” dedicada a la hermandad del Descendimiento. Las tres composiciones han destacado allá donde se han interpretado y han despertado la atención y el interés del espectador. Son de un estilo que se está desarrollando mucho en la actualidad, con unas melodías muy sentidas y que te llegan a dentro, con sólos bonitos, sin estridencias y con partes en las que se le dan protagonismo a todos los instrumentos. En general ha sido un acierto la incorporación de estas marchas para el patrimonio musical de la banda.

De cara al próximo curso, qué proyectos nos aguardan.


Pues queremos seguir enriqueciendo nuestro repertorio de marchas propias de cara a la grabación de un disco en los próximos años. Y se incorporará alguna marcha más de corte clásico y alguna de las Tres Caídas de Triana. Que es la línea que vamos siguiendo. 

También se están comprando nuevos instrumentos debido al aumento de la nómina de componentes. Es señal que la banda sigue creciendo.

Y tenemos pendiente la finalización del uniforme, que nos queda por sustituir hombreras y ceñidores, que se harán en cuanto se pueda, y camisas para completar nuestro uniforme de verano.

En un ámbito más general, cómo valora el momento actual de las bandas cordobesas.


Pues se puede decir que estamos en un momento muy dulce en cuanto al nivel musical de las bandas cordobesas. Tenemos un nivelazo en el estilo de las cornetas y tambores, con Caído Fuensanta, de la que ya he hablado anteriormente, con la banda de la Salud, que está progresando a pasos agigantados, y que se está dando mucho a conocer por toda Andalucía. Por otro lado tenemos a Coronación de Espinas, una banda ya consolidada, que ha culminado su madurez musical y que celebra próximamente su XX aniversario. Sin duda una larga carrera llena de éxitos, y siempre haciendo historia. Luego en el estilo de las agrupaciones musicales tenemos a la madre y maestra de las agrupaciones cordobesas que es la Redención. Una de las bandas con más renombre dentro y fuera de nuestra provincia y que año tras año sigue manteniendo un gran nivel. También no nos podemos olvidar de la agrupación del Cristo de Gracia conocida como el “Esparraguero”, banda que no deja de sorprendernos, una banda joven y llena de jóvenes músicos, que en muy poco tiempo se ha puesto al nivel de las grandes agrupaciones de Andalucía, y siempre trabajando con humildad y respeto hacia los demás.

Por último podemos hablar de las bandas de reciente creación, como la de cornetas y tambores Ciudad de Córdoba, fundada hace prácticamente menos de un año a consecuencia de la desaparición de la banda del “Rescatado”, de la que proceden la mayoría de sus componentes, y que ya se está mostrando con ganas de hacerse un hueco dentro de la música cofrade cordobesa. Y lo más importante, son jóvenes cargados de ilusión y ganas por lo que en poco tiempo los veremos destacar y deleitarnos con su música. También tenemos a la Agrupación musical de la Santa Cena, otra joven banda que poco a poco está demostrando que con ganas e ilusión todo es posible, ya han conseguido acompañar musicalmente a su titular en la tarde noche del jueves santo y lo han hecho notablemente. Cada año se superan un poquito más y con gente muy joven, así que los animo a continuar con su labor incansable.

También se oye por ahí la creación de otras formaciones, como la Presentación al Pueblo de Cañero, pero de la que todavía no tengo referencias de si está funcionando o no. Si es así, les deseo mucha suerte en su andadura, que los principios es lo más complicado. 

Hablando de Bandas de música, he de destacar la magnífica labor que desarrolla la Banda de Música de la Esperanza. Una banda que lucha por el patrimonio musical Cordobés y que siempre suena de manera exquisita. 

En estos últimos años todo lo relacionado con el ámbito de las bandas ha cobrado mucha mayor repercusión ¿Qué connotaciones positivas y negativas cree que tiene?


Pues parece ser que esto de las bandas funciona como las modas, momentos en los que todo el mundo quiere pertenecer a una banda o crear una banda propia. Cuando la moda se pasa, aparecen las épocas de decadencia en las que solo se mantienen o sobreviven las bandas que ya están bastante afianzadas. Al tratarse de una moda se puede decir que mientras aguante y este en auge, las bandas seguirán creciendo. Hace apenas 10 años, ninguna banda pasaba de 60 componentes, ahora la mayoría están cercanas a los 100 componentes o más. Estamos hablando de un crecimiento de más del 50%, es algo espectacular, y lo que más llama la atención es que la mayoría de las personas que vienen a apuntarse son gente muy joven, y que tienen afición por la música cofrade sin tener antecedentes familiares de los que les proceda dicha afición. Mientras dure esta época debemos de aprovecharla al máximo y seguir trabajando y luchando por nuestras bandas, para que estén al mejor nivel, y no se mire hacia fuera a la hora de contratar.

También hay un auge de nuevas formaciones, ¿enriquece o tiene peligros?


En mi opinión, la aparición de nuevas formaciones en la ciudad de Córdoba es un atraso y perjudica a las ya existentes, y sobre todo a las formaciones más antiguas. Córdoba, una ciudad pequeña, con poca afición en rasgos generales hacia la música cofrade aunque está creciendo en los últimos años, con pocos sitios habilitados para poder llevar a cabo los ensayos, para mi veo que hay un saturación en cuando a número de bandas.

Yo en lugar de crear nuevas bandas, lucharía por engrandecer las que ya tenemos. Prefiero tener tres o cuatro bandas punteras y de altísima calidad, con 150 o 160 componentes, al nivel de las bandas de renombre de Sevilla, a tener 10 bandas medianas, luchando por sobrevivir a duras penas. A parte que existiendo tanta competencia en la ciudad no hay hermandades suficientes para que toquemos todos, por los que siempre existiría alguna perjudicada que se tendría que desplazar fuera para poder firmar sus contratos.



A su juicio, ¿Qué falta y qué sobra en el ámbito de la música procesional? 


Lo que veo en general, es la falta de conocimiento y de cultura musical cofrade, y la falta de valoración hacia lo nuestro, y hacia la labor social que hacemos por las personas y por la música. 

Muchos cofrades o “capillitas” no saben de verdad la de horas y trabajo que se le hecha para que una banda suene en la calle detrás de su Cristo o de su Virgen, y sin embargo si te tienen que criticar lo harán pública y gratuitamente sin piedad, sin saber que nos quitamos tiempo de estar con nuestras familias, cambiando turnos de nuestros trabajos para asistir a los ensayos o salidas procesionales, ensayos con frio, con lluvia, mientras ellos ven el partido de la “champioms” en su casa con la calefacción, que somos personas y que no cobramos por hacer esto, que es un hobby, como el que queda con sus amigos para jugar un partidillo de futbol.

Se ven comentarios en redes sociales que duelen, que tiran el trabajo de todo un año por tierra, que les quita la ilusión a los chavales, y esto habría que erradicarlo. Está claro que existe la libertad de expresión, pero antes de hacer daño con palabras, yo invitaría a esas personas a que vivieran solo un mes de ensayos en alguna de las bandas cordobesas, verás como después nos mira con otros ojos y actúa de manera más comprensiva. 

Otro aspecto que veo, es que se valora más a lo que viene de fuera que a lo que tenemos en córdoba. Tanto en bandas, como en compositores, como en otras muchas cosas. Ciertas hermandades contratan bandas con tal de que en su banderín ponga Sevilla y les da igual traerse a la banda más mediocre de la capital Hispalense, “pero mi Cristo, ya lleva una banda de Sevilla”. Otras sin embargo les da igual que no sean de Sevilla, y las traen de otros lugares, con tal de que no sean de Córdoba pues mejor. Teniendo bandas en Córdoba de nivel igual o superior, y que se quedan sin tocar, o se tienen que marchar fuera. Esto es solo mi humilde opinión, que habrá quien piense como yo, y habrá quien piense que estoy loco o cualquier otra cosa, pero es una de las penas más grandes que siento, de ver como gente de mi ciudad nos dan de lado para venderle lo nuestro a los de fuera, es solo cuestión de tener un poquito de amor propio.

Una marcha. 


Silencio Blanco

Un sueño. 


Que las hermandades confíen cien por cien en las bandas cordobesas, y no haya bandas que tengan que salir fuera de nuestra ciudad para poder tocar o se queden simplemente“comiendo pipas” como decimos nosotros.

Un reto. 


Que la música procesional cordobesa sea un referente en toda Andalucía. Que haya más cultura musical en el cofrade de a pie, que no exista el desconocimiento que hay hacia las bandas, y sepan el esfuerzo que conlleva sacar una banda a la calle. También luchar para que nunca se pierda la afición, que las nuevas generaciones se apunten y sigan creciendo para dejar un importante legado.


Fotos Jesús Caparrós









Hoy en GdP