Hay muchas enfermedades en el mundo, muchas de ellas raras y poco conocidas, otras graves y duras para los que las padecen y para sus familias. Gracias a asociaciones y entidades creadas normalmente por familiares y pacientes, estas enfermedades van siendo más conocidas y van ocupando un lugar más visible en la sociedad. Gracias a ellas se consiguen grandes logros, se presta mejor atención a los enfermos, a los familiares y se genera líneas de investigación para sus tratamientos y su prevención.
Una de estas asociaciones y una de estas enfermedades es el Cáncer. Gracias a la labor y el trabajo de su asociación, la palabra cáncer, toma un cariz diferente. La enfermedad se ha hecho cada vez más visible, se ha mejorado la asistencia a enfermos y familiares, y se ha potenciando la investigación, todo ello transmitiendo unos valores a la sociedad dignos de destacar.
Conocedores de esta situación y de su labor, muchas son las entidades civiles y religiosas que colaboran con esta entidad, entre ellas muchas hermandades Cordobesas, y muy concretamente, cabe destacar la colaboración de la archicofradía del Carmen de San Cayetano, ya que gracias a la aportación anual que realiza de su presupuesto destinado a fondo social, se consigue mantener casi por completo, el consumo energético de los tres pisos de acogida de los que dispone la AECC en Córdoba.
Además, la archicofradía del Carmen de San Cayetano, destina uno de sus días de novena a los pacientes oncológicos y este será hoy. Así, en la tarde noche de este miércoles de julio, la novena y eucaristía posterior será dedicada a ellos. Los allí presentes rezarán por los enfermos y familiares, por su asociación y por todas las personas que sufren. Quizás, muchos, a Dios gracias, no puedan ponerles caras, nombres o apellidos a sus rezos, pero eso da igual, pues cuando miren a su alrededor entenderán que la plegaria reconforta el cuerpo, y si a nuestro lado encontramos a un hermano, a un vecino o conciudadano que está en esta batalla, nuestro mensaje al estar allí a los pies de la virgen es claro. Nuestro ruego y nuestro rezo y nuestra presencia no hace más que decirles, animo, no estás sólo, nosotros caminamos a tu lado y siempre encontrarás una mano amiga, un hombro donde apoyarte, y un motivo para seguir.
Manuel Orozco
Foto Antonio Poyato