R. Rodríguez. Con una enorme intensidad afronta la Archicofradía del Carmen de San Cayetano semana que culminará con la salida procesional de la Emperatriz cordobesa por las calles de la ciudad de San Rafael mientras se desarrolla la novena que se está celebrando en el hogar carmelita en honor de su bendita Titular y se concretan los preparativos para su cita con el pueblo de Córdoba.
En medio de está importante actividad la corporación lefítica ha anunciado a través de sus cuentas oficiales la convocatoria de elecciones que tendrá lugar el próximo 25 de septiembre a resultas de la cual los hermanos de la archicofradía determinarán quién será la persona elegida para dirigir los destinos de la corporación los próximos cuatro años.
A la mencionada convocatoria únicamente concurre una lista encabezada por Manuel Guzmán Roldán que, si recibe el apoyo mayoritario de sus hermanos, deberá continuar por la senda emprendida hace años por la hermandad que la ha situado como auténtica referencia entre las glorias de la capital cordobesa.
La hora de los estrenos
No culminan aquí las buenas nuevas para la archicofradía carmelitana ya que esta semana también será el momento adecuado para cumplir con una tradición a los pies de Nuestra Señora del Carmen Coronada.
Este miércoles 13 de julio, coincidiendo con el día en que presidirá la novena el obispo de la diócesis de Córdoba, D. Demetrio Fernández, tendrá lugar la tradicional bendición de los nuevos estrenos patrimoniales de la archicofradía.
Este año en el capítulo de estrenos destacan los siguientes:
Toisón de oro y plata con medallones-relicarios de los siglos XVII y XVIII: el orfebre Lucio Rodríguez, joyero técnico especialista en orfebrería y diseñador de joyas, de Joyería El Toisón de Sevilla, ha elaborado el diseño, inspirado en joyas del barroco español. De este modo, se han recuperado una colección de nueve medallones-relicarios datables entre los siglos XVII y XVIII, se encontraban entre las piezas del valioso ajuar de la Virgen del Carmen Coronada. Representan motivos del barroco, como el Santo Rostro de Jaén, La Virgen con el Niño, San Pedro, Santa Teresa, San Francisco de Paula, San José o La Dolorosa. Se han catalogado en dichas centurias por sus similitudes con los conservados en el Museo Nacional de Artes Decorativos y el Arqueológico Nacional, ambos en Madrid.
Carecían de la funda o medallón, que ha cincelado en oro y plata el orfebre Lucio Rodríguez, con absoluta destreza técnica que nos lleva a la época de los Austrias del Siglo de Oro. Presenta profusión de perlas y pedrería.
Joya de pecho del siglo XVII: consta de dos partes, realizada en oro y plata con pedrería, especialmente esmeraldas. Sigue el modelo de la orfebrería de los Austrias, en la segunda mitad de la centuria.
Nuevas joyas en las Coronas de Coronación: se trata de nuevas ofrendas para las Coronas de oro de la Coronación, en la de la Virgen varios juegos de zarcillo de oro y esmeraldas, platino y brillantes, de los siglos XVIII y XIX; en la del Niño varios juegos de zarcillos y una cruz de esmeraldas, del siglo XVIII, así como un conjunto de perlas cultivadas del siglo XVIII.
Lazo de seda marfil del s .XVIII con ornamentación vegetal bordada en jiraspe y hojilla de oro para el Niño de la Virgen. Ha sido adquirido en un anticuario y donado por un grupo de devotos.
Un barco para el Niño de la Virgen. Pensado como regalo-exvoto, realizado en plata, de estilo rocalla con incrustaciones en oro, carey, brillantes, zafiros, corales, perlas, circonitas y una aguamarina. Como detalle lleva un ancla que reproduce el escudo de la orden de los carmelitas descalzos. Su ejecución ha sido llevada a cabo en la joyería sevillana “El Toisón” y ha sido donado por el hermano de la archicofradía D. Ignacio Martos Sánchez de Puerta.
Restauración y enriquecimiento de un vestido del Niño de la Virgen con bordados en oro del s.XVIII. Las labores han sido llevadas a cabo por el hermano de la archicofradía D. Ignacio Martos Sánchez de Puerta.
Toca para Santa Teresa de Jesús. Su diseño corresponde a D. Pedro José Sánchez Reyes, hermano de la archicofradía, inspirado en el hábito carmesí de la Santa y que también hace juego con la muceta estrenada el año pasado. Ha sido bordada en oro sobre terciopelo negro por el taller de bordado de la archicofradía.