Blas J. Muñoz. Su labor como imaginero ha despertado, durante los últimos años, el reconocimiento de propios y extraños, gracias a su capacidad estilística y dominio de la técnica escultórica. Y es que hablar del artista sevillano Fernando Aguado supone hablar de una de las referencias iconográficas de la imaginería contemporánea.
Sin embargo, otra de sus grandes facetas se halla en su labor como restaurador, cuyo último y feliz exponente lo encontramos en la recientemente contemplada del José de Arimatea de la hispalense Hermandad de la Trinidad. La misma daba a conocer a lo medios los resultados de la extraordinaria labor de Aguado, el pasado Viernes Santo.
Sin embargo las facetas donde se desarrolla artísticamente Aguado son muy diversas y sus dotes pictóricas también han quedado más que demostradas a lo largo de su trayectoria. De hecho, la última de la que hemos podido disfrutar, no es otra que la realización de un retrato en acuarela de Nuestro Padre Jesús Cautivo, de la hispalesnse Hermandad de Santa Genoveva.
Hermano de la corporación, la obra que Aguado ha dado a conocer a través de su perfil personal en redes sociales, muestra un realismo y un dominio de la técnica propio de los grandes maestros y, en consecuencia, una obra de la que disfrutar y recrearse de forma duradera.