Echándole un vistazo a mi Facebook pasada la media noche del pasado martes pude leer una conversación de conocidos y algunos amigos referente a la procesión de la Asunción de Cantillana.
Hacían referencia a si estaba de moda ir el Día de la Virgen a la localidad sevillana a ver la procesión de dicha Imagen. Evidentemente unos a favor, otros en contra, unos decían que era tradición todo lo que se vive allí; otros, que todo era postureo y frivolidad.
¿Quién lleva la razón? Pues ambas partes. Cada uno ve las cosas desde el prisma de sus circunstancias, sus vivencias, incluso desde su manera de entender la fe.
Libertad. Eso es lo que se desprendía de esa conversación. Libertad para poder expresar lo que uno realmente siente. Una libertad que, en muchas ocasiones no es entendida o quiere serlo, y tachan a las personas que opinan libremente de rencorosos o malas personas.
Libertad es lo que necesitamos para no seguir viendo horribles imágenes de niños en guerra. Libertad es lo que necesitamos para vivir en paz. Libertad es lo que necesitamos para que reine la esperanza.
Raquel Medina