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domingo, 25 de septiembre de 2016

De Cerca con Juan Rodríguez Aguilar (Parte I)


Guillermo Rodríguez. Siempre me han gustado las personas que caminan de frente, que miran a la cara cuando hablan, que dicen lo que piensan y que no se esconden con subterfugios. Me gusta la gente franca y sincera que no teme decir algo inconveniente porque la verdad está por encima de todo. Así es Juan Rodríguez Aguilar, un hombre honesto, de los que se visten por los pies. Y estas son cualidades que no proliferan en la realidad que nos ha tocado vivir y mucho menos en el mundo de las cofradías. 

Un hombre que no elude preguntas y que responde con la franqueza de quien sabe que nada tiene que ocultar. Un capataz y un hermano mayor que sorprende en las distancias cortas y con quien merece mucho la pena conversar. Esta es una de las entrevistas más densas de cuantas hemos publicado en Gente de Paz, tanto que para que no pierda interés debido a su longitud, hemos estimado conveniente dividirla en dos entregas. Pero estoy plenamente convencido, de que no tiene desperdicio alguno, para los hermanos de la Estrella y para todo el Universo Cofrade. No pierdan detalle.


¿Para quien no te conozca quién es Juan Rodríguez Aguilar?

Un padre de familia, cofrade de la Estrella, Merced, Caridad y de otras hermandades de fuera. Un persona a la que le gusta mucho la Semana Santa, sobre todo la de Córdoba. Y ahora mismo hermano mayor de la Estrella, durante 4 años, para intentar aportar lo que pueda apoyado en su junta  y para hacer lo posible para que la Hermandad continúe subiendo como hasta ahora ha hecho.

¿En qué año ingresas como hermano de la Estrella?

Me hice hermano cuando la Virgen llego al barrio en el año 87. Me incitó mi hermano cuando yo vivía fuera de Córdoba, me informó que había venido una Hermandad a nuestro barrio y que si me quería hacerme hermano. Le dije que me apuntara.

Compatibilizas el cargo de hermano mayor con el del capataz de misterio, ¿cuál de los dos cargos prevalece?. ¿Te sientes más capataz o más hermano mayor? 

Me siento más capataz, porque de capataz llevo desde que empezó a salir la Redención. Antes estuve trabajando en el equipo de Antonio Ruf en La Merced con la Coronación de Espinas. Hermano mayor soy circunstancialmente, posibilidad que no me había planteado nunca. Tuvimos unas elecciones en las que no hubo ningún candidato y en parte me vi obligado. Hablé con Don Juan, nuestro Consiliario y una de las condiciones que le expuse fue que sí otra persona se presentaba, mi candidatura la retiraba. Creo que estamos politizando mucho las hermandades con presentarnos más de uno y pelearnos por un puesto, esto crea divisiones en las mismas, pues creo que aquí hay tiempo para que todo el que quiera aportar a la hermandad, pueda hacerlo y no estar discutiendo unos contra otros, considero  que al final lo que podemos es hacerle daño a nuestras cofradías.

¿De quién has aprendido como capataz cuáles son tus referencias?

Yo empecé a trabajar con Antonio Ruf. Antonio era compañero de profesión y me dijo que si quería salir con él de costalero, y así fue. Luego por la lesión que tuve de espalda me propuso ponerme de negro. Bueno, te puedo decir que el primer año, tras la lesión, fui el aguador del paso. Al año siguiente Antonio me dijo que quería que me vistiese de negro. También insistieron muchos costaleros y fue cuando empecé esa faceta. Como vivía fuera de Córdoba, venía a mis ensayos. En aquella época nunca pude vivir el preámbulo de la Semana Santa con la intensidad que ahora lo vivo. Cuando volví  a Córdoba, me fui a vivir al barrio de San Lorenzo y un día por el balcón escucho un martillo y me pregunté ¿esto qué?. Tuve suerte de afincarme en un barrio absolutamente cofrade. Yo disfrutaba , salía a la calle a ver los ensayos que eran muchísimos y todas esas cosas que durante todos esos años que estuve fuera, no había podido vivir de cerca. Yo me fui de Córdoba con 18 años y volví en el 2004 estuve 24 años fuera.

¿Desde cuándo eres de capataz?

Empecé a salir de costalero en el año 85 u 86 y después en el equipo de Antonio Ruf en el 88-89. Como capataz desde el año 96, primera salida de Ntro Padre Jesús de la Redención.

¿Entonces estuviste la época de la Madrugá?

Si, la viví. Fue una de los máximos handicaps que tuvo la Hermandad del Zumbacon y lo viví con ellos. Coincidió que por esa época empezó a salir la Redención y me propusieran ser capataz. Como salía en la Madrugá lo acepté y al volver la Merced al Lunes Santo tuve que elegir. Pero sigo siendo todavía hermano de la Merced. Siempre digo que soy un privilegiado, de los pocos que pueden decir que tiene una hermandad con cuatro pasos el mismo día, mi Coronación, mi Merced, mi Redención y mi Estrella. Puedo decir que desde la cruz de guía de la Merced hasta el último músico de la Estrella esa es mi hermandad.

En tu opinión ¿cómo tiene que ser un costalero?, ¿cómo debería ser?

Siempre tenemos la misma dicotomía entre costalero de devoción y costaleros de profesión. Un costalero tiene que saber lo que lleva entre manos, lo que es llevar un Cristo o una Virgen. No todo el mundo creo que esté capacitado para meterse debajo de un paso. Hoy en día estamos metiendo a muchos chavales que no los  veo capacitados para meterse por diversos factores. Estamos viendo a demasiada gente joven debajo de un paso que da la sensación que prima mas el postureo. Un costalero tiene que tener muy claro lo que lleva y dónde se va a meter. Físicamente tiene que estar preparado, esta faceta no se debe dejar en el olvido y no entiendo a los que van a prepararse tomándose copas. Eso no es preparación para un costalero, para eso hay otros momentos. Debe sentir lo que lleva. También  hay gente que saca muchos pasos. Yo fui costalero en mis tiempos y al día siguiente de sacar un paso no me podía mover, y no me considero flojo. Se ven chavales que sacan 4 o 5 pasos, y uno lo primero que piensa, es "no trabajarán mucho". Pero sobre todo un costalero debe tener muy claro lo que lleva. Sentir lo que uno lleva arriba es lo que hace apretar para arriba cuando el Señor aprieta para abajo, cuando las trabajaderas aprietan para abajo.

Y más difícil todavía. ¿Cómo crees que tiene que ser un hermano?

Eso pregunta me da hasta cosa responderla. Los hermanos deberían estar más implicados en sus hermandades. Una hermandad, tal y como dice la palabra, implica un hermanamiento entre personas. Hoy por suerte, casi todas las hermandades tenemos casa de hermandad, que pueden ser sitios de reunión para que se reúnan y colaboren los hermanos. ¿Qué puede haber mejor que el hecho de que los hermanos participen en los actos de la hermandad, en los cultos, misas de hermandad, actividades diversas...?. Nosotros tenemos la suerte de tener las dos bandas y las dos cuadrillas, que son muchos hermanos y mueven muchísima gente, y tenemos un cortejo que, gracias a Dios, todos los años se va aumentando entre aproximadamente 20 o 30 personas, que son las túnicas que se hacen nuevas cada año. Pero tienen que imbuirse más en la hermandad. Creo que en general falta implicación, salvando a los hermanos que están trabajando en el día a día. Yo siempre he dicho lo mismo; en las hermandades trabajan 30, exigen 100 y el resto vienen a ponerse la túnica el día de salida y aparecen poco o nada por la hermandad.  Cien que están exigiendo a los que trabajan, sin participar en este trabajo. Yo siempre digo que si quieres aportar tienes las puertas abiertas. Vienes, propones cosas, tus propuestas se valoran en los equipos de trabajo... y en cualquier caso siempre se puede colaborar en otras facetas. Pero hoy en día, en la sociedad que tenemos, hay muy poca implicación en cualquier tipo de proyecto.

Sí en las hermandades un 50% de los hermanos estuvieran trabajando para la hermandad, lo notarían positivamente. Hermandad de estar unidos, hermandad es ayudarnos unos a otros, hermandad es hacer labor social... para mí todo eso es hermandad. Hacerse hermano y no aparecer por aquí en todo el año... salir para ponerte la túnica... Al final la hermandad, sí, saca 400 nazarenos, ¿pero...?

¿Qué importancia tiene la labor social en la Estrella?

Para mí mucha, como entidades religiosas que somos, porque una hermandad considero que es una entidad religiosa, así de claro, aunque hay algunos por ahí que no lo tienen tan claro. Para nosotros la labor social es fundamental. Gran parte de los ingresos que tenemos se destinan a labor social, para Cáritas, para la Parroquia, para la Casa Nazaret... tenemos varias entidades  donde nosotros vertemos parte del dinero que recibimos. También emprendemos iniciativas concretas a lo largo del año para recaudar fondos vía donativos o ayudas, por ejemplo prácticamente los miembros que hay en Cáritas de la parroquia son hermanos de la cofradía.

¿No te parece que a nivel social a las hermandades les hace falta ser un poco más creativos en lugar de limitarse a recaudar dinero? Porque recaudar dinero está muy bien pero también lo está organizar un grupo de hermanos que vayan a visitar a los ancianos o crear un sistema de clases particulares para niños cuyas familias no se pueden permitir una academia, por poner un ejemplo...

Mira, para mí también es labor social hacer patrimonio, porque está dando puestos de trabajo. Sí yo compro seda, el hombre de la seda come y los que están trabajando con él, también. Sí yo compro flores los de las flores comen. Si encargo bordados, ese hombre tiene su gente trabajando. Eso también es una forma de colaborar con la sociedad. Hoy en día, los costos son muy grandes porque hoy todo vale mucho, nos hemos vuelto un poco locos y hemos sacado los pies del tiesto. Cualquier proyecto en el que uno se mete, es una barbaridad lo que vale. Afrontar eso también es una forma de ayudar a la sociedad. Y respecto al otro asunto que comentabas, nosotros tenemos ese tipo de relación con la Casa Nazaret. Aparte de una aportación económica, hay hermanos que están dando clase allí y son voluntarios en la misma y les hemos dicho siempre que cualquier cosa que necesiten, por parte nuestra, la tendrán. También hacemos labor social con las bandas. Tenemos chavales que pertenecen a familias que están bien económicamente y otras que están peor. Nosotros ayudamos a esos chavales, primero logrando que estén haciendo algo positivo, introduciéndolos en el mundo de la música, y segundo les tenemos puesto un profesor de música, para que aprendan y para que un día puedan, por ejemplo, acceder al conservatorio. Tenemos chicos de barrios mas complicados que gracias a las bandas están metidos en un entorno de grupo,convivencia, en un entorno positivo en el que les damos facilidades de integración, de relación y compañerismo. Todo eso también es labor social, yo lo considero así.Y mas cosas que podríamos nombrar.



¿Qué has notado que haya cambiado en estos dos últimos años?

Hay Costaleros que me han dicho que desde que soy hermano mayor se han sentido un poco abandonados, pero es que siendo hermano mayor tengo que afrontar una problemática y un abanico de obligaciones que me impide estar con la cuadrilla como yo estaba. Eso me lo han recriminado y para mí es de agradecer, porque demuestra que lo que antes les dabas lo necesitan y lo echan en falta y lo valoran. Lo que pasa es que el trabajo de hermano mayor te roba muchas horas y ahora no puedo dedicarme a la cuadrilla al 100% como antes. Por otro lado hoy en día hay costaleros que piensan que los costaleros son imprescindibles en las hermandades y yo siempre he dicho que llegado el caso los pasos salen a la calle también a ruedas. Para que una hermandad salga a la calle es necesario un paso y un cortejo,   guión,  nazarenos y hacer una verdadera demostración publica de nuestra fe.

El costalero es una figura que se limita ese día a llevar un paso desde un punto hasta otro y regresar a su parroquia. Un trabajo que es necesario, si quitaras eso, quitarías parte  de nuestra idiosincrasia de la Semana Santa, de su esencia. Pero es cierto que últimamente hay quien cree que la figura del costalero es imprescindible y yo creo que se están equivocando. El costalero tiene que ser una persona consecuente con lo que quiere hacer. A ninguno se le pone una pistola en el pecho para que venga a ingresar en una cuadrilla, pero las puertas están siempre abiertas para entrar y para salir. Y ahí también entra la labor del capataz. Cuándo uno ve que en una cuadrilla hay un garbanzo negro que está creando malestar en la cuadrilla, a esa persona hay que ponerla en la calle, directamente, o invitarlo a salir. Siempre hay que mirar por el bien de la colectividad, de la cuadrilla, que también es un bien para la Hermandad.

Hoy día, gracias a Dios, se lucen los pasos y antiguamente los pasos se llevaban. Yo recuerdo los zancos arrastrando casi por el suelo, que eso lo hemos visto todos lo que tenemos cierta edad. Yo recuerdo llegar  a un  bordillo de la acera y enganchar el zanco. Hoy día las cuadrillas han crecido mucho y eso es mucho más difícil de ver. Yo llevo 108 personas en el Misterio y Rafael Giraldo lleva 70. Las cuadrillas están dobladas y un pico por trabajo, porque a lo largo de la Cuaresma siempre se caen 4 o 5 personas, porque han tenido algún problema físico o por trabajo o distintas circunstancias y para eso tiramos de los picos.

También te voy a decir que aquí, respetando siempre a los más antiguos, el que mayor parte de trabajo lo lleva el que ha hecho mas ensayos. Si alguno más antiguo, por lo que sea no puede venir a los ensayos, porque está fuera, seguirá con nosotros en la cuadrilla, pero será el pico, porque no ha podido ensayar.  Siempre digo que además deben estar agradecidos por permitirles salir sin haber venido a ensayar. Ese entronque entre costalero y capataz siempre lo habido y siempre lo habrá. Esos piques los hay, pero si siempre se sigue la misma disciplina y la misma forma de ser, al final la gente te lo agradece, porque ven que eres justo.

Mis costaleros no pueden tener menos de 18 años; tengo a mis dos hijos   conmigo y hasta que no han tenido 18 años no han salido. Al segundo le faltaban dos meses para cumplir los 18 años y ese año no salió, si yo eso lo he hecho con mis niños, con el resto del personal también.  Tienen que ver que tratas a todos por igual. Tú marcas una línea y tienen que ver que ese es el camino a seguir. El que no esté de acuerdo con ese camino, ya sabe que las puertas están abiertas, como siempre digo, para entrar y para salir.

Durante estos dos años de mandato ¿todo está siendo como habías soñado?

Yo pensaba que esto era más fácil (risas). Creo que estamos haciendo muchas cosas, no al gusto de todos, es lógico, es imposible, pero me siento satisfecho y agradecido tanto a la Junta como a aquellos hermanos que nos ayudan.  Me propuse cuando entré de Hermano Mayor acabar el guión de la hermandad. Cuando entré todavía pedíamos favores a otras hermandades, que nos dejaban parte del guión. El año que viene probablemente, terminemos con todas las cosas que nos faltaban. Esa fue la primera idea que tenía. Es verdad que en este tramo también le hemos hecho cosas al palio. El año pasado hicimos una tanda de candelería. Vimos la posibilidad, porque tampoco queremos que el paso se quede estancado. Sí es verdad que todo cuesta mucho.

La intención ahora es darle un empujoncillo al palio dentro de nuestras posibilidades, esta hermandad tiene muchos gastos. Tenemos una hipoteca de la casa, locales de bandas... Luego las ferias son muy duras. En el montaje de la caseta este año nos metimos el día 4 de mayo.

También me he llevado desengaños, por ejemplo hacer un cabildo de hermanos para presentar tus cuentas y tus proyectos y que los hermanos  no se enteren personalmente de lo que quieres hacer y que asista poca gente. Para mí eso es un desengaño.

Yo me presenté a hermano mayor y vinieron a votarme 260 personas aproximadamente, quiero recordar. Quiero en los Cabildos 300, 400, 500 personas, para poderles transmitir lo que quiere hacer la Junta, cuáles son los proyectos, para verlos entre todos, que cada uno exponga lo que piensa. Luego hay quien dice que hacemos las cosas sin decir nada... ese es un gran desengaño que me he llevado. Respecto a la Junta de Gobierno, trabajan como negros, aunque sarna con gusto no pica. Aquí estamos metidos porque queremos y el tiempo que aguantemos seguiremos metidos. 4 años, porque ya me dicen de otro mandato y ya les digo que es complicado. Ya se verá sobre la marcha.

Aún así, en general estoy contento, dentro de todo el montón de problemáticas que tiene una hermandad, pero estoy contento por como va progresando todo, aunque sí es cierto que nunca es gusto de todos. He intentado abrir la casa hermandad, he intentado transmitir todos los los proyectos que tenemos para que la gente se sienta partícipe de lo que hacemos, pero me ha faltado esa gente que quiera saber más, colaborar más, estar más, más allá de la gente que está en la Junta de Gobierno. Esas 260 personas que vinieron al Cabildo, ¿donde están? No es una cosa que pase en la Hermandad de la Estrella. Yo creo que pasa en todas las hermandades. Si lográramos que vinieran todos los que no vienen, le daríamos un empujón muy fuerte a las hermandades, elevaríamos de forma muy importante su potencial.

¿Qué se siente siendo hermano mayor de una de las corporaciones con mayor proyección? 

Siento satisfacción por ser el cabeza visible de una hermandad y a la vez siento agradecimiento por esta oportunidad. Me enorgullezco de mi labor, que es estar aquí y trabajar por la hermandad y hacerlo lo mejor posible. A nivel de estatus social, creo que ninguno, es más, el que se meta en una hermandad por el estatus social, se equivoca. El estatus social lo da la profesión, tu familia, tus amigos y con quien tú te codees. Yo soy un simple servidor de una comunidad que ahora me ha tocado ocupar un puesto. Todo lo que se hace aquí se hace de forma altruista. Se trata de trabajar por una causa, que son nuestros titulares, que son quienes nos guían. Yo estoy aquí por ellos y eso vale para el hermano mayor y para todos. Que no pensemos igual no significa que nos llevemos mal. Yo no entiendo eso de "ahora estoy, ahora no estoy, dependiendo de quién manda en la hermandad. Siempre se puede aportar.

La hermandad tiene que estar por encima de esas cosas, por encima de las personas. Esa es mi forma de pensar. Yo he estado de capataz con todos los hermanos mayores desde que salió el Cristo. Algunos hermanos mayores me habrán querido más y otros que me habrán querido menos, pero yo siempre luchado por mí hermandad, esté quien esté de hermano mayor. Pero luego te das cuenta de que las cosas no son así para todo el mundo. Algunos son personalistas para estas cosas y dependiendo de quien esté, si me gusta o no me gusta, si me cae bien o  me cae mal, participó más o menos, y yo creo que las hermandades deben estar por encima de todas esas cosas.

¿Crees que la Estrella sigue creciendo o ya está estabilizada y ha alcanzado un techo?

Eso es imposible. Creo que estamos comenzando. La ilusión y lo que tiene de bueno la Hermandad de la Estrella, es que nos queda todo por hacer. A nivel patrimonial se sabe lo que nos falta. Es cierto que el patrimonio que tenemos está bien, no está mal, pero la Hermandad de la Estrella tiene todo por hacer. Porque lo importante es el potenciar el patrimonio humano.

Yo lo que espero es lograr que el mayor número de hermanos de la Estrella se sientan realmente parte de la hermandad, que estén aquí, que estén trabajando por la Estrella, que estén luchando por ella. Olvidándonos de lo patrimonial, nada más que con ésto, con la parte humana, con cómo integrar a todas esas personas, fíjate si tenemos trabajo. Hasta que consigamos la participación de todos los nazarenos, fíjate si tenemos lejos el techo. A nivel de patrimonio fíjate las muchas cosas que nos quedan, aunque lo patrimonial está limitado por lo económico, si tienes dinero se compra y si no tienes dinero no se compra. Pero lo otro, lo humano, sí se puede conseguir a base de lucha , pero esta es mas complicada.



Háblanos del 25 aniversario de la bendición del Señor. En tu opinión, ¿cuál va a ser el acto estrella?

Para mí la misa que se hará el 2 de abril. El Cristo se bendijo el día 5 de abril pero vamos a hacerlo coincidir con el día 2, que es la misa de hermandad. Hemos invitado para que presida la Eucaristía a Don Demetrio Fernández, el obispo, y es el colofón final de una serie de actividades que ya son conocidas por parte de los hermanos . No hemos querido sacar los pies del tiesto. Tenemos poca historia pero muy intensa. Somos una hermandad joven con una casa, , con un paso de misterio que mucha gente considera un pedazo de misterio; aquí vino el hermano mayor de la Hermandad de la Estrella de Triana y se quedó maravillado con el paso de misterio.

Tenemos un guión que ahí está, aunque nos quedan muchas cosas por hacer, y tenemos una serie de actos que son muy de hermandad. Se va a hacer la presentación del cartel del 25 aniversario, que será el 2 de octubre; estamos pendientes ya de decidir qué cartel será. Tenemos la charla coloquio en la que participarán personas muy significativas de la época en que el Cristo se bendijo. Va a participar Rafael López, Miguel Ángel González Jurado, Manuel Luque, director musical, me pidieron que yo también participase por ser el capataz que está desde que salió por primera vez el Señor y  personas más muy significativas de aquella época si puede ser . Vamos a hacer también una exposición en la Hermandad con fotografías de estos 25 años. Hemos hablado con el imaginero para que nos deje el busto del Cristo, las manos, los bocetos, para mostrar un poco cómo ha ido evolucionando la devoción hacia Nuestro Padre Jesús de la Redención.

¿Y extraordinaria?

Pues mira, extraordinaria estamos pendientes de posiblemente hacer algo. Hemos solicitado el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías. Al solicitar el Viacrucis, yo expuse a la Junta de Gobierno que hacer una extraordinaria por hacer y luego Vía Crucis, sería demasiado. Si tenemos la suerte que la Agrupación de Cofradías nos lo concede, esa será nuestra extraordinaria. ¿Qué día más bonito que el día del Vía Crucis de la Agrupación para llevar a la Redención en sus 25 años a la Santa Iglesia Catedral?. Iría en un paso. A la ida iría, en Vía Crucis, con música de capilla posiblemente, y a la vuelta vendría con la banda de la Redención que lleva esos 25 años tocando detrás de Él. ¿Qué mejor modo de que ellos también disfruten de ese acontecimiento?.

Nosotros tenemos el handicap del paso. Tendríamos que buscar un paso, porque el nuestro no sirve para llevar al Señor. Pero tampoco queremos demasiada parafernalia. Queremos que sea una cosa sencilla y seria. Hacer nuestra Vía Crucis como salida extraordinaria y volver a nuestro barrio. Y al llegar al barrio iremos por varias calles para no entrar derechos, y para que el barrio también se haga participe de esa salida, siempre y cuando lo concedan. ¿Que no nos lo conceden? Pues posiblemente nos plantearemos alguna alternativa. ¿Te acuerdas lo que hicimos con el 25 aniversario de la Virgen que se la llevó a Las Esclavas?. Pues las madrinas de nuestro Cristo son las hermanas de la Santa Cruz, que están en la calle Alfonso XIII, que son monjas de clausura. Una de las cosas que queremos es que el Vía Crucis que hacemos por el barrio, sea similar a lo que hicimos con la Estrella, que la llevamos a las Esclavas. La Virgen estuvo allí un par de días. En caso de que nos concedan el Vía Crucis, intentaríamos que se pasará por allí. Porque yo creo que ellas no lo conocen, bueno, creo que el único año que han visto al Señor fue el año que la Carrera Oficial pasó por Alfonso XIII. Pero vuelvo a repetir esto aún no está concretado, por eso a los hermanos aun no se les ha informado. Informamos solo de los actos que están ya cerrados.

Hablemos del retablo del Señor, ¿en qué punto está?

Está en proceso. El retablo ahora mismo está en madera y hay partes que no son las definitivas, por ejemplo las partes de arriba. El mismo Carpintero nos dijo que como no daba tiempo a tenerlo terminado para los cultos de la Virgen, le iba a hacer algo para salir un poco del paso, para que quede un poco rematado por la parte superior y luego se sustituirá por las piezas definitivas. En cuanto acaben los cultos se van a ir sustituyendo las piezas.

Recordando como estaban antes los titulares, en un rinconcito, y cómo están ahora, con la Virgen de la Estrella presidiendo el altar mayor y a Redención donde está en la capilla del  Sagrario no hay comparación. Y otra de las ideas que tenemos es que el Dulce Nombre tenga también un pequeño retablo a la derecha, según se mira al Altar. Ahora mismo faltan muchos detalles que se irán viendo poco a poco.


Fotos Antonio Poyato



De Cerca con Juan Rodríguez Aguilar (Parte II)



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