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martes, 13 de septiembre de 2016

Las dos caras del martes 13


Esther Mª Ojeda. Muchos son los que ante la fecha del martes 13 cruzan los dedos esperando que el día transcurra con la máxima celeridad posible, aún asentados en la superstición y el mal augurio. Sin embargo, también son muchos los que en Córdoba asumen este día como el señalado en el calendario para acudir a su ya habitual cita con la Virgen de los Remedios.

Fieles a esa tradición, una gran multitud de devotos vuelven a rodear una vez más la Parroquia de San Lorenzo en largas colas que se extienden por la acera de María Auxiliadora con motivo del Solemne Besamanos para el que la emblemática iglesia permanece abierta durante toda la intensa jornada. 

En contraposición al ideal de mala suerte que siempre se le ha atribuido al martes 13, San Lorenzo, y en particular la Virgen de los Remedios se disponían ya en la mañana de hoy a recibir el cariño de una gran multitud de fieles que asisten sin falta a visitar a la imagen para pedirle los tres deseos entre los que, según se cuenta, se concederá uno de ellos por intercesión de la Santísima Virgen.

Esta práctica ha llegado hasta nuestros días gracias a la devoción que cobró protagonismo durante la década de 1940 en la que los feligreses llegaban hasta San Lorenzo con el propósito de realizar ofrendas florales y encender velas a la Virgen de los Remedios y que evolucionó ya entrada la década de los 90, en la que el célebre besamanos pasó a sustituir a las antiguas velas pero no a las flores, que tan presentes siguen estando junto a los deseos de las personas que continúan perpetuando esta larga  y emotiva tradición.

Sin embargo, el paso del tiempo no respetó del mismo modo a la costumbre de iguales características que se había llevado a cabo en torno a la imagen homónima conservada en la Basílica Menor de San Pedro. Se trata de la antigua y desconocidísima Virgen de los Remedios que, al igual que ocurriese con el Santísimo Cristo de la Misericordia, ya había recibido culto antes de su llegada a San Pedro en la cercana Iglesia de la Magdalena.

Tras el traslado de la Santísima Virgen a su actual parroquia, continuó recibiendo culto en San Pedro y se reservó para Ella un pequeño retablo hasta entonces ubicado en la nave del Evangelio. No obstante, con el proceso de reformas y restauración al que hubo de someterse la iglesia hace unos años, el retablo desapareció y la hermosa imagen de la Virgen de los Remedios pasó a ocupar la hornacina del baptisterio de San Pedro, donde se encuentra actualmente.

Aunque olvidada por muchos y ya sin el arraigo devocional que suscitase en el martes 13 o décadas pasadas como la de los 50, de la que datan las fotografías que la Hermandad de la Misericordia muestra en su página, la antigua Virgen de los Remedios es cedida por la parroquia en la mañana de cada Viernes de Dolores para participar en la procesión que organiza con los más pequeños el colegio de las Francesas por los aledaños de San Pedro.

Fotografía Hermandad de la Misericordia






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