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lunes, 3 de octubre de 2016

El Cachorro y la Oliva demuestran que 30 años no son nada


Eva Martín. Dicen que el tiempo es capaz de desgastar hasta las relaciones más profundas. Probablemente así ocurra en la mayor parte de los casos. No obstante hay ocasiones en las que la solidez de una vinculación es capaz de soportar cualquier tipo de vicisitud y sobreponerse al inexorable discurrir de los años.

Exactamente así es la relación que desde hace tres décadas une a la Hermandad del Cachorro y a la excelente Banda de Música de la Oliva de Salteras. Una ligazón que en virtud de la cual la excelente formación musical ha venido poniendo su maravilloso contrapunto al elegante caminar de la Virgen del Patrocinio, desplegando una incuestionable calidad y un intachable y amplio repertorio.

Una vinculación inmaculada que se materializó en 2014 cuando la banda entregó a la Titular de la Corporacion Trianero su medalla de oro con distintivo rojo, un galardón que evidencia que la relación entre ambas corporaciones va mucho más allá de un contrato suscrito entre partes.

Por eso la Hermandad del Viernes Santo y la Oliva de Salteras han reafirmado su compromiso para que una de las mejores formaciones musicales del panorama cofrade siga poniendo los sones tras Nuestra Señora del Patrocinio durante cuatro años más.


El próximo Viernes Santo cuando vuelvan a sonar los insustituibles sones de la Oliva de Salteras en la calle Castilla volverá a evidenciarse que cuando las relaciones se fundamentan en la autenticidad, treinta años no son nada, acaso un buen comienzo.

Foto Benito Álvarez
Foto Hermandad del Cachorro

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