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martes, 18 de octubre de 2016

La Córdoba Cofrade a través de sus retablos cerámicos


Guillermo Rodríguez. Resulta incuestionable, incluso para el más recalcitrante de los anticlericales, que las imágenes sagradas y las hermandades forman parte indisoluble de la esencia mas profunda de Andalucía. En ocasiones esta pertenencia se materializa en su presencia física por calles y plazas, cuajadas muchas de ellas de retablos cerámicos que con el devenir de los tiempos se han mimetizado con la fisonomía de nuestras ciudades.

En Córdoba, son numerosos los rincones en los que la presencia de la imagen de Jesucristo o de su Bendita Madre, da buena cuenta de la indiscutible raiz cristiana del pueblo andaluz, mas allá de condicionantes sociopolíticas que rara vez encuentran identificación con el sentimiento y la fe. Azulejos con honda tradición o de reciente factura que forman parte de la imagen de una Córdoba que quedaría huérfana de un importante fragmento de su ser con su ausencia.

Repasemos algunos de los más representativos gracias a la labor de documentación que realiza la excelente página Retablo Cerámico dedicada al estudio y la divulgación de la cerámica artística que rogamos encarecidamente visitar. ¿Son capaces de localizarlos todos sin leer la ubicación que bajo cada uno de ellos se indica? ¿Echan en falta alguno? No duden en enviárnoslo si así es. Les propongo el juego, ¿se atreven?

En la fachada de la Iglesia de San Agustín un azulejo fechado en 1970, que encabeza este artículo, se convirtió durante años en parte de una reivindicación que perdió su razón de ser cuando la Virgen de las Angustias regresó a su hogar. Un retablo realizado en el taller de Mensaque Rodríguez y Cía. de Sevilla a partir de una pintura de Manuel Romero Navarro.


El Santuario María Auxiliadora alberga una joya de 1909 realizado por Manuel García Cabrera.


La fachada de la casa hermandad del Caído presenta un retablo cerámico de su titular cristífero realizado por Arttile Cerámica Artística y Decoración de 2007.


Los mismos autores realizaron el azulejo que coexiste con el de Jesús Caído de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad.


De 1995 procede el azulejo de Jesús del Calvario de la calle que lleva su nombre realizado en un taller particular de Villamartín (Cádiz) de acuerdo con una pintura de Antonio Linares Rodríguez.


Durante años, la fachada de la Iglesia de Jesús Divino Obrero, albergó un azulejo del Cristo del Amor fechado en 2000 realizado en el mismo taller particular de Villamartín. en base igualmente a una pintura de Antonio Linares Rodriguez.



El mismo taller y el mismo pintor son los responsables del retablo que la Virgen del Carmen tiene desde 2012 en la fachada de la Curia Provincial de los Carmelitas de Andalucía, Convento de San Cayetano, en la Cuesta de San Cayetano.


También representa a la Virgen del Carmen el retablo que se halla en la Plaza del Conde de Priego desde 2013 e igualmente está realizado en Villamartín en base está vez a la pintura de Antonio Linares Rodríguez y Francisco Tenorio.


De acuerdo con una pintura de Plácido Pérez Pérez y realizado en un taller particular de Córdoba es el retablo que el Descendimiento tiene desde 1982 en la fachada lateral de la Parroquia de San José y Espíritu Santo.


Un taller particular de Sevilla realizó en 2014 este azulejo que se halla en la Casa Hermandad de la corporación de San Jacinto de acuerdo con la pintura de Ángel Lora Serrano.


También representa a la Virgen de los Dolores uno de los retablos probablemente más emblemáticos de cuantos existen por las calles cordobesas. Se trata del que se encuentra desde 1924 en la fachada de atrás de la Iglesia Hospital De San Jacinto al comienzo de la Cuesta del Bailío. Un azulejo que se basa en la pintura de José Rodríguez Rittón, fabricado por Julio Laffite Castro en la Fábrica Los Remedios de Sevilla.


La iglesia de San Pablo alberga desde la década de los 80 este retablo del Cristo de la Expiración y María Santísima del Silencio realizado en un taller particular de Córdoba bajo pintura de Plácido Pérez Pérez.


José Manuel Núñez Naranjo firma el retablo de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia que corona desde 1984 la casa hermandad de la Paz al comienzo del Bailío.


En la fachada lateral de la Iglesia de la Compañía se sitúa desde 2004 este retablo dedicado a la Purísima Concepción obra de Emilio Sánchez Palacios y Juan Sánchez Palacios bajo boceto de L. de Pereda fabricado en un taller particular de Sevilla.


De Cerámica Santa Ana de Sevilla, fechado en 1950, es este otro azulejo situado en el Compás de San Francisco.


La Virgen de la Candelaria tiene su azulejo en el Compás de San Francisco desde 2002. Realizado por Cerámica Artística Joaquín Soriano de Benacazón, Sevilla se basa en una obra de Francisco José Moya Toro.


Los mismos autores realizaros el correspondiente retablo del Señor de la Oración en el Huerto que se halla en el Compás de San Francisco desde  2007. En ambos casos fueron las respectivas cuadrillas costaleras las promotoras de la hermosa iniciativa.


En la fachada de los Trinitarios se encuentra el retablo cerámico de Jesús Rescatado fabricado en 1970 por Mensaque Rodríguez y Cía. de Sevilla según pintura de Manuel Romero Navarro.


Emilio José Sánchez Palacios firma el azulejo del Nazareno de la Santa Faz que se halla desde 2005 en la fachada lateral de la Trinidad, fabricado en un taller particular de Sevilla.


En la Calle San Basilio se encuentra el azulejo de Jesús de la Pasión regalo de su cuadrilla y realizado en los Talleres Artecer, S.L. de Sevilla en 1997 según la pintura de Jesús Ramírez Roldán.


José Manuel Núñez Naranjo es el autor del retablo cerámico de la Reina de la Paz que desde 1984 fue la puerta de Capuchinos desde la plaza de las Doblas. Hoy se encuentra en el interior del Convento de Capuchinos.


De Antonio Rafael Rubio es la pintura del azulejo del Cristo de la Providencia que preside desde 1991 la Fachada delantera de la Trinidad.


En la Plaza del Conde de Priego se encuentra uno de los más recientes que representa al Señor Resucitado. Fue realizado en 2014 en un taller sevillano bajo pintura de Emilio Sánchez Palacios.


En la fachada de San José y Espíritu Santo se halla este azulejo con los dos titulares de la Hermandad de la Vera Cruz firmado en 2005 por Ernesto Fraile Gómez.


En la entrada de la casa hermandad de la Expiración, se encuentra desde 1981 este azulejo de la Virgen del Rosario obra de Plácido Pérez Pérez.


En la fachada de la Trinidad también existe este retablo del Cristo de la Salud, realizado en un taller particular de Córdoba según pintura de Manuel Tienda Moreno.


El Compás de San Francisco alberga desde 1993 este azulejo de Jesús del Silencio realizado en Villamartín con pintura de Antonio Linares Rodríguez. La curiosidad de la ubicación de este azulejo estriba en que en 1992 una rotura motivó que el primer paso de la Hermandad del Amor no pudiera continuar con su itinerario previsto debiendo quedar recogido en San Francisco. Este azulejo conmemora aquél hecho.


También la fachada de la Trinidad alberga este retablo cerámico de la preciosa Virgen de la Trinidad realizado en una taller sevillano según pintura de Emilio José Sánchez Palacios.


En la calle Virgen de Villaviciosa, se halla este retablo cerámico dedicado a la Virgen que da nombre a la calle, realizado en Villamartín según pintura de Antonio Linares Rodríguez.


Uno de los de factura más reciente, es el retablo de María Santísima de la Esperanza que se halla desde 2014 en la Cuesta del Bailío, realizado con motivo de su 75 aniversario fundacional.


Y para finalizar con una curiosidad, en la calle Deanes, existe un retablo anónimo datado en la década de los años 60 del siglo pasado dedicado al Santísimo Cristo de la Agonía de Limpias. 

Como han podido apreciar. Existe toda una Córdoba Cofrade alrededor sus retablos cerámicos, lo que constata, tal y como decíamos al principio la indisolubilidad de la propia idiosincrasia de todo un pueblo con la cultura católica y el sentimiento cofrade lo entienda quien lo entienda.






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