Eva Martín. Comienzan a descontarse las horas que guiarán la esperanza y el anhelo hacia el maravilloso horizonte del próximo 8 de octubre. Una jornada en la que la pro-hermandad de la O será protagonista de un acontecimiento histórico que situará en el centro del universo cofrade de la ciudad de San Rafael a su hermosísima titular, María Santísima de la O, con motivo de la conmemoración del vigésimo aniversario de su bendición. Dos décadas desde que su infinita belleza quiso encontrar acomodo en un rinconcito el barrio de Fátima, para convertirlo en su hogar y el centro de miles de sueños materializados frente al océano de su mirada.
Este sábado, en recuerdo de tal efemérides, sus hijos han previsto una salida excepcional en forma de rosario vespertino que se desarrollará por las calles del barrio que la cobija y la venera, en la que la maravillosa dolorosa nacida de la gubia de imaginero Antonio Bernal, caminará elegante a hombros de una cuadrilla costalera dirigida por el capataz Jesús Ortigosa Brun, al compás de la Banda de Música de Nuestra Señora de la Estrella de Córdoba.
Una cita que pasará a formar parte de la memoria colectiva de Córdoba, para cuya llegada la Virgen ya se encuentra esperando, tal y como ha confirmado Rafael González Quesada, hermano mayor de la corporación a Gente de Paz, sobre el paso cedido para la ocasión por la Hermandad del Carmen de San Cayetano. Un paso que portará candelabros arbóreos cortesía de la Hermandad del Carmen de Andújar, jarras y violeteros de la Hermandad de los Dolores del Rayo y peana de la Virgen del Rocío y Lágrimas. María Santísima de la O llevará en sus sienes la corona recién restaurada por Manuel Valera, hermano de la corporación, que ha sido enriquecida con veinticuatro nuevas estrellas y piezas de joyería, obra del propio Valera y de Rafael González Figueroa también hermano de la O.
La bellísima dolorosa, que ya se encuentra esperando su cita con la historia, magníficamente vestida por Antonio Villar, luce saya de Nuestra Señora de la Esperanza de Bujalance, toca sobremanto de Nuestra Señora de la Estrella y manto de salida de María Santísima del Rocío y Lágrimas, componiendo un exquisito conjunto que será muy del agrado de los hermanos de la Corporación, de los fieles y de toda la Córdoba cofrade.
