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miércoles, 23 de noviembre de 2016

La Lanzada aprueba la restauración de su Cristo


José Barea. Tras la toma de posesión de la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad de la Lanzada, sus nuevos componentes comenzaron inmediatamente a delimitar las líneas esenciales de la que será su gestión. Una de las primeras propuestas de entidad que los dirigentes de la Cofradía hispalense han trasladado a sus hermanos es la restauración del crucificado que procesiona el Miércoles Santo.

La decisión ha sido sometida este miércoles a Cabildo General Extraordinario para que todos los hermanos reunidos en asamblea decidieran si procede restaurar o no a su venerado titular. Previamente la hermandad ha celebrado en la Iglesia de San Martín su habitual misa de hermandad. Al término de la Eucaristía, ha tenido lugar el Cabildo General Ordinario de Presupuestos y, a su término, una convocatoria de Cabildo Extraordinario.

Al término del Cabildo Ordinario de Presupuestos, se ha celebrado el Cabildo General Extraordinario en el que se abordado, como único punto del orden del día, la propuesta de la Junta de Gobierno de la restauración del Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada tras el estudio realizado por el profesor Juan Manuel Miñarro.

El Cabildo ha aprobado la restauración que consistirá en una limpieza integral de la policromía y en una revisiónde las sujeciones que, al parecer, podrían haber provocado a la imagen unas pequeñas grietas en las piernas, será ejecutada por el propio Miñarro y se prolongará cuatro meses

El Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada, es una obra realizada por el escultor Antonio Illanes Rodríguez, en el año 1929. Se trata de la primera gran obra de este imaginero para la Semana Santa sevillana, puesto que aún en aquellas fechas se encontraba cursando estudios en la Escuela de Bellas Artes, en el hoy Museo del mismo nombre. La imagen, mide 1,67 m. de altura y fue realizada en pino de Flandes. Se bendijo el 12 de marzo de 1929 en la Iglesia de San Gregorio, por entonces sede de nuestra corporación.

Ha sido objeto a lo largo de la historia de dos restauraciones, una en el año 1957, practicada por el Profesor Escamilla, y la segunda en el año 1981 por parte de José Rodríguez Rivero-Carrera que le imprimió además la policromía que vemos en nuestros días, siendo la original obra de Manuel González Santos.

Fotos Benito Álvarez



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