Carlos Gómez. Enmarcado dentro de la incalculable y nunca suficientemente valorada y publicitada Obra Social que desarrolla de manera cotidiana la Hermandad de la Agonía, de la que damos cuenta con frecuencia en Gente de Paz, la Diputación de Caridad de la corporación del Naranjo entrega hoy la memoria del proyecto "Refugio María Auxiliadora para jóvenes sin hogar", cofinanciado por el Instituto Provincial de Bienestar Social de la Excelentísima Diputacion Provincial de Córdoba.
El convenio 2015/3182 firmado en el Palacio de la Merced el pasado 23 de junio de 2015, dotado con 10.000 euros por parte de la entidad, ha permitido ayudar a la hermandad del Martes Santo a correr con los gastos de alimentación, de vestuario, sanitarios y educativos de los once chavales que viven en los dos pisos fundados por el salesiano Francisco Fernández Mármol y que la Hermandad coordina desde su marcha y cuyo funcionamiento su hermano mayor, Carlos Recio, puso de manifiesto en una interesantísima entrevista concedida hace unos meses a este medio, en que se integraba esta acción dentro de una de las obras sociales más intensas de cuantas se desarrollan en la ciudad de San Rafael.
En el comunicado emitido al efecto a través de sus medios oficiales de comunicación, la corporación ha expresado su agradecimiento a la vicepresidenta de la Diputación Dña. Felisa Cañete Marzo, coordinadora del Área de Bienestar Social "por el interés y el cariño que ha mostrado por el proyecto, y a los equipos técnicos de la calle Buen Pastor comandados por Isabel Triviño Llamas por su asesoramiento y la paciencia que tienen con nosotros en todo lo relativo a los documentos que tenemos que presentar, y que hoy llegan a buen puerto gracias a su trabajo."
De este modo, la Agonía vuelve a erigirse en indiscutible ejemplo de la Córdoba Cofrade, dando de beber a quien más lo necesita en la defensa de los valores que realmente importan, y que trascienden, como no nos cansamos de repetir, de los meramente estéticos y de cara la galería que en otros lares parecen ocupar demasiada preeminencia respecto a cuestiones mucho más importantes, a los que en ocasiones, determinadas hermandades, parecen no prestar la atención debida, enfrascados más en parafernalia que en la sustancia.
Foto Antonio Poyato