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viernes, 9 de diciembre de 2016

Nuestra Señora de la Concepción en besamanos según Benito Álvarez


Carlos Gómez. Si existe una hermandad sevillana para la que la celebración de la Festividad de la Purísima Concepción goza de un significado más trascendente es la Hermandad del Silencio, la llamada Madre y Maestra de las Cofradías de Sevilla, que ha consagrado su tradicional Besamanos en honor de la Virgen de la Concepción, ante cuya virginal dulzura nuestro compañero Benito Álvarez acudió para dejar testimonio de ello mediante esta excelente Crónica Gráfica.

La Sagrada Imagen de María Santísima de la Concepción fue tallada en madera cedro por el escultor Sebastián Santos Rojas en 1951. Donada por el que fuera Hermano Mayor de la Archicofradía D. Álvaro Dávila y Garvey, marqués de Villamarta, en Cabildo General celebrado en la Capilla de Jesús Nazareno el 18 de noviembre de 1954, se aprobó que sustituyera a la anterior titular obra del escultor Cristóbal Ramos.

Don José Sebastián y Bandarán canónigo de la Santa Iglesia Catedral, por aquel entonces Director Espiritual de la Hermandad, procedió a su bendición el 7 de diciembre de ese mismo año. Con el rezo del Santo Rosario y el canto solemne de la salve por la capilla musical de D. Diego Pantión Pérez se finalizó el acto.

Iconográficamente representa a la Santísima Virgen en el tránsito por la calle de la Amargura, acompañada por San Juan Evangelista. Como es usual en nuestras cofradías, es imagen de candelero para vestir. Con la mirada baja, la cabeza inclina levemente hacia la derecha. Los ojos son de cristal, al igual que las siete lágrimas que surcan sus mejillas, simbolizando los Siete Dolores de la Virgen María, habitual en las Dolorosas talladas pòr Sebastián Santos. Con elegantes y refinados rasgos, exquisito modelado del rostro su encarnadura es pálida. En noviembre de 2009 se le sometió a una limpieza de su policromía, a cargo del restaurador Emrique Gutiérrez Carrasquilla.









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