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martes, 20 de diciembre de 2016

Una nueva obra de arte de Manuel Valera y Julio Ferreira


Redacción. En el ecuador del pasado verano, el grupo joven de la hermandad de la Vera Cruz de Moguer, que viene funcionando y colaborando activamente en cuantas actividades realiza la hermandad desde 2015, dieron forma a sus ilusiones, materializadas en el proyecto de un nuevo juego de potencias para el Cristo de la Victoria. La presea cuenta con beneplácito de la junta de gobierno que ha dado un voto de confianza al colectivo joven, tras madurar diversas opciones que han sido fruto de su constante formación y que les ha permitido encauzar un proyecto lleno de amor y cariño no exento de mucho esfuerzo y trabajo  por parte de sus miembros.

El encargo se formalizó en Córdoba, en el taller del prestigioso orfebre. Manuel Valera, siguiendo un diseño de estilo neobarroco, del también afamado proyectista cordobés, Julio Ferreira que ha sabido encauzar con su maestría una pieza que conferirá a la imagen del Cristo de una luz que hasta ahora carecía. La pieza está siendo realizada en plata sobredorada, siguiendo las técnicas de la joyería más fina y delicada. Un total de trescientas piedras semipreciosas, querubines y hojarascas adornarán las potencias como ofrenda a Cristo Rey. 

En el centro de las cartelas se disponen las siglas de la leyenda, Jesús Hombre Salvador, rodeadas de rubíes, símbolo del amor de todos sus hermanos. Mientras que la parte superior se disponen nueve importantes amatistas, piedra que simboliza la realeza y luto de las monarquías rematadas por un juego de dos tipos de rayos, con predominio del clásico flamígero y amarres con rosetas de brillantes.
  
Sin duda, una importante pieza de ajuar que pasará a formar parte del patrimonio de la hermandad, dando una característica muy personal a la imagen del Señor y a su advocación. Viniendo a sumarse al proyecto iconográfico iniciado años atrás con la realización del nuevo paso. 






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