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martes, 23 de junio de 2015

El Cirineo: Yo tampoco iré a la Magna


Les voy a decir una cosa: El miércoles que viene no encontrarán en este pequeño rincón de libertad subjetiva ningún artículo de opinión escrito en primera persona acerca del desarrollo de la Magna Mariana del próximo sábado, porque en el preciso instante en que se estará desarrollando el evento, un servidor estará a muchos kilómetros de distancia, tumbado sobre la arena dorada de las playas de Huelva.

Yo, que soy un capillita redomado, en ocasiones "jartible" como diría el maestro Antonio Burgos, que he sido incapaz desde mi más tierna infancia de renunciar a un solo nazareno cada semana de Nisan, y que experimenta la desazón más absoluta cuando el maldito chaparrón nos priva de una sola candelería, estaré a muchos kilómetros de distancia, por insumisión y por coherencia, porque esta procesión, remedo del Vía Crucis Magno pero a nivel provincial, carente en mi opinión de cualquier motivación litúrgica, mal configurado y mal organizado y que destila un aroma político y de defensa patrimonial que, a mi juicio, deben ser defendidos con firmeza pero no de esta manera, no ha despertado en mí el más mínimo interés.

Vaya por delante mi respeto más absoluto a las devociones de nuestra provincia que estos días se van a dar cita en la ciudad de San Rafael, a las que, salvo alguna excepción, jamás he visto en sus pueblos de origen y de las que confieso mi ignorancia más absoluta. No les voy a engañar, mi decisión obedece más a una especie de objeción de conciencia que a cualquier otra consideración. Se trata de un evento artificial, en el que la incompetencia que se expande como una mancha de aceite por la Calle del Lodo ha vuelto a tropezar en las mismas piedras del pasado, haciendo caso omiso de las sugerencias recibidas y en el que se reproducen las mismas actitudes manifiestamente mejorables que se vienen desarrollando desde que la asunción del cargo a más de uno se le subió a la cabeza. Una organización nefasta y oscurantista que ha provocado la ausencia de importantes devociones a las que aplaudo la valentía de decir NO a quien promueve y sobre todo a quien organiza un evento que ha quedado en consecuencia irremediablemente incompleto. 

Un acto en el que algunos de los que mandan han vuelto a sacar a pasear al dictador fascistoide y censor que llevan dentro frente a quienes mantienen una actitud crítica con su deplorable gestión, en una suerte de consecuencia lógica de espíritus antidemócratas que no creen en la libertad de expresión, y utilizan el arma de la venganza contra aquellos que critican sus errores, que no han aprendido absolutamente nada en estos años de dirección instalados de manera perpétua en el fracaso más absoluto. 

La última ocurrencia generada a resultas de la Magna ha sido repartir acreditaciones a fotógrafos para acceder a la Santa Iglesia Catedral exclusivamente a "medios de comunicación" determinando, como el dedo decisor del césar, qué páginas pueden gozar del hipotético privilegio de ser considerado como tal y cuáles no... y a sus amigos. Con esta absurda excusa, la Agrupación de Cofradías censura, al igual que hizo en el Via Crucis Magno de 2013 a aquellas páginas que como GdP mantienen posiciones críticas con su deplorable gestión. Censura, como lo oyen, regalando adicionalmente el menosprecio de negar dicha categoría, de modo que mientras el Consejo de Hermandades de Sevilla, la Macarena o la Esperanza de Triana nos considera un medio de comunicación especializado más, los dirigentes del máximo órgano de gobierno de las cofradías cordobesas nos niega el pan y la sal... ya saben que nadie es profeta en su tierra pero a veces me siento como las bandas cordobesas, admiradas fuera y denostadas en casa. El poseedor del cetro y su lacayo deberían saber a estas alturas que es imposible poner puertas al campo y si cualquier web quisiese publicar fotos del interior del Mayor Templo de la Diócesis el próximo sábado, les garantizo que podría hacerlo. Que nadie dude ni por un instante que la diversidad de fuentes es tal que no sería necesario poner en un brete a quienes han sido advertidos de "no enviar fotos a ninguna página web" situándolos en una difícil posición que no seré yo como responsable de esta página quien contribuya a alimentar. Quiero creer que "el responsable de comunicación de la Catedral, que coordina para bien o para mal los medios para la Magna Regina Mater" (sic) no está enterado de esta advertencia, pero antes de poner en cuestión su existencia debería contrastarlo del mismo modo que exigió en su momento, conmigo sin ir mas lejos. 

Una de las condiciones que diferencia a los hombres de los niños, es ser consciente de que el cargo está muy por encima de las fobias y las filias personales de los que creen que presiden una comunidad de vecinos. Los que creemos en la amistad y el respeto a quienes nos rodean no precisamos de la advertencia o la amenaza velada para alcanzar objetivos. En el caso del Regina Mater (pasará y todavía algunos seguirán usando mal el artículo) el objetivo es informar a los lectores que, en esta ocasión, han de saber que no tendrán fotos en GdP del interior de la Santa Iglesia Catedral porque la Agrupación de Cofradías ha impedido a esta página su publicación, bajo advertencia, con la excusa infantil y barata de que no se pueden publicar en webs y a sabiendas de que SI se publicarán en otras de corta y pega por su incuestionable relación con quien manda, pero sobre todo, porque algunos no vamos a contribuir en ningún caso a que se produzcan consecuencias contra quienes valoramos como amigos por un puñado de fotos. No las tendremos a menos que "el responsable de comunicación de la Catedral, que coordina para bien o para mal los medios para la Magna Regina Mater" (sic) lo evite. En su tejado está la pelota y la responsabilidad de que semejante atropello no se produzca. Conste que nadie está pidiendo que haya más fotógrafos dentro de la Catedral, sino que no se impida a los que estarán facilitar sus fotos sin miedo a no recibir acreditaciones en el futuro.

Si a estas alturas quienes reparten la baraja son incapaces de entender que las páginas cofrades otorgan una difusión a este tipo de actos que deberían agradecer a boca llena y que comprenden perfectamente lejos de nuestras fronteras, ¿cómo vamos a pretender que organicen un evento de estas características con unos horarios e itinerarios coherentes?. Sólo desde la incompetencia se entiende que en lugar de prestar todas las facilidades para que los precedentes y las consecuencias lleguen al mayor público posible, se pongan palos en las ruedas para que no se publiquen unas fotos que, dicho sea de paso, tienen el recorrido que tienen. Cenutrios llamaba a estos especímenes un maestro de mi cole. Desconozco la audiencia de la mencionada página de corta y pega y reportajes "de un millón de amigos", como diría Roberto Carlos (el del Madrid no, el otro), pero la nuestra no vive precisamente de las fotos, por lo que GdP tendrá exactamente la misma audiencia el domingo y el lunes con o sin reportajes del interior de la Catedral. Determinadas acciones derivan de una ridícula actitud infantil, carente de toda justificación más allá de una pataleta del típico niño malcriado que lloriquea de rabia porque los demás niños del cole se ríen de él. 

Ponerle puertas al campo es completamente imposible, en primer lugar porque nadie puede impedir tirar fotos en cualquier punto del recorrido y a efectos de audiencia, tendrían exactamente el mismo efecto para una página como la nuestra para la que los reportajes fotográficos son una magnífica guinda del pastel pero en modo alguno la base en la que nos fundamentamos y segundo porque si se quieren imágenes del interior, es tan sencillo como publicarlas sin firma y nadie sabría jamás de quién son. Ya le adelanto a quien quiera escuchar, que como algunos nos vestimos por los pies, no optaremos por esta opción, porque provocaría represalias en terceros que sufrirían las consecuencias de miserables advertencias, terceros a quienes apreciamos y respetamos. Tomen buena nota, todos aquellos fotógrafos que aplauden gracietas y toleran con su silencio esta repugnante censura, a cambio de lo que algún día tendrían que explicar, y que si tuvieran lo que hay que tener se plantarían ante semejante falta de respeto contra su propia dignidad y la de sus compañeros, porque sus fotos siempre serán suyas, nunca de quienes conceden una acreditación y por tanto poseen la libertad de hacer con ellas lo que estimen oportuno.

En relación al acto en si, en septiembre de 2013 tuve la ocurrencia de alquilar sillas en el itinerario común y fue tal el grado de aburrimiento soportado que estuve desde el tercer paso preguntándome qué narices hacía allí sentado sufriendo aquél espectáculo inaguantable de pasos en silencio. Decidí, que jamás volvería a cometer un error semejante y tras contrastar con un buen número de amigos, somos muchos los cordobeses que caímos en la misma tentación y que hemos pensado de igual modo. La prueba evidente es que la mayoría de las localidades han sido adquiridas por devotos procedentes de la provincia, que viven algo nuevo con la lógica emoción y que se hayan implementado aprisa y corriendo nuevos puntos de venta para cubrir el expediente. No les quepa duda de que las sillas estarán llenas, pero ya les digo yo que no serán en su totalidad previo pago, algo que jamás reconocerán porque a ver cómo se lo explican a los que si han desembolsado un precio. El Regina Mater está mal organizado desde su origen, No es un Vía Crucis. Existe un problema de concepto parido por mentes que si tienen idea de esto, lo disimulan perfectamente, que invocan un recogimiento en una procesión integrada mayoritariamente por imágenes lefíticas que caminan por las calles de sus localidades entre la algarabía propia de las Glorias y que ahora parecen querer convertir en cuasipenitencias por otra y gracia de la supina ignorancia de unos y el silencio de otros. Un silencio alimentado por actitudes tan poco edificantes como las ya mencionadas y la ilusión de algunos en participar en el evento, que pregunten en Villa del Río por qué salen de San Hipólito en lugar de hacerlo de San Pablo y sobre todo, que pregunten las maneras en que el cambio se produjo.

Mi compañero Marcos, ofrecía el domingo pasado una propuesta alternativa al acto, una opción inteligente que ofrecía una celebración absolutamente dispar y no una fotocopia del Vía Crucis Magno que inevitablemente provocará, otra vez, que algunas de las imágenes retornen a sus templos asignados a altas horas de la madrugada sin necesidad. Lo que ocurre es que para imaginar otras opciones hay que tener recursos y como es bien sabido la capacidad de aprender de los errores, como la inteligencia, no se reparte por igual entre toda la humanidad.

Recapitulando, un remedo del Vía Crucis Magno sin Vía Crucis, bajo el calor propio de esta época del año, que parece que los organizadores estaban pensando más en el Camino de Santiago que en Córdoba en casi Julio, en el que se aconseja repartir agua entre público y participantes y al mismo tiempo se prohíben tirantes a los costaleros para preservar "el recogimiento", con Imágenes de Gloria a las que muchos jamás hemos acudido a conocer en sus entornos, que es donde verdaderamente se deberían disfrutar, con una Calle de la Feria vallada y tomada por la policía que dispersará al pueblo como si de una manifestación se tratase, con un tapón artificial potencialmente igual de peligroso que el sufrido en la Cruz del Rastro en 2013 trasladado a Capitulares y Lucano, con la perspectiva de terminar a altas horas de la madrugada porque nadie es capaz de decirle al Señor Obispo que si era necesaria la homilía debía ser a otra hora y que si se opta por ella la brevedad en ocasiones es una gran virtud, y en el que se censuran a determinadas páginas intentando impedir que hagan fotos en el interior de la Santa Iglesia Catedral para la que algunos luego se apresurarán a pedir defensa común o lo que es más inaudito, permitiendo hacerlas pero para que se publiquen en cualquier sitio menos de determinadas webs, y una procesión en la que el interés musical en relación 2013 es muy diferente, salvando honrosas excepciones que reproducen lo que podemos disfrutar cada año sin necesidad de tanto abalorio. Francamente lo extraño no es que muchos hayamos optado por irnos a la playa, sino que esta medida no haya sido generalizada.

Sea como fuere, espero de corazón, que todo sea un éxito, que no ocurra nada negativo y que pase pronto este evento que para el que no lo recuerde se celebra en conmemoración del 775 aniversario de la consagración al culto cristiano de la Catedral de Córdoba y por tanto en apoyo de esta causa… y sobre todo que cuando haya que defender su titularidad o a nuestra Iglesia y nuestras hermandades de los inevitables ataques derivados del documento firmado por el bipartito (tripartito oculto, pregunten a Podemos) que han erigido este nuevo gobierno municipal de no ganadores, estos mismos dirigentes que aprovecharán el sábado para colgarse medallas (lo hicieron tras el desastre de 2013, imaginen lo que pueden hacer a poco que no salga tan mal) tengan los arrestos suficientes para defender nuestros intereses a pecho descubierto como ya hemos hecho algunos y no callar cobardemente, para no señalarse mucho... aunque a lo mejor es pedirle peras al olmo


Guillermo Rodríguez














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