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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Sendero de Sueños: Hagamos de la palabra Hermandad algo grande


No deja de repetirse en mi mente la horrorosa imagen de aquel ángel en la orilla de la playa, más aun cuando estoy frente al mar sentada con mi hija sonriendo y tan plena de vida, gracias a Dios.

Muchas son las imágenes que nos llegan de esas familias sirias que, al igual que muchos españoles en épocas pasadas, han tenido que salir de su país hacia otro, buscando un futuro mejor pero  incierto. Mientras tanto, nuestros gobernantes no dejan de pelearse sobre la política a seguir ante este exilio obligado por una guerra absurda -como todas-. No dejan de echar números para ver cuantos exiliados, cuantas familias destrozadas, caben en su país; e incluso poniendo en duda la labor de muchas organizaciones que ayudan a los más necesitados. ¡Vaya panda de...! (Mejor me callo lo que pienso).

Su Santidad ha pedido que se abran los templos, que éstos cerrados son sólo museos. Que los cristianos seamos ejemplo de solidaridad y amor al prójimo en estos críticos momentos donde el odio se ha apoderado de la raza humana y hasta la compasión.

¿Qué haremos las hermandades como Iglesia? ¿Cuál será nuestra postura? ¿Nos quedaremos con los brazos cruzados pensando en los estrenos que luciremos este año? ¿O por el contrario en esta ocasión daremos una zancada grande cual izquierdo en nuestros misterios?

Seamos fieles a lo que cada año mostramos al mundo. Abramos no sólo el corazón, sino nuestras casas, nuestros brazos. Intentemos dar el doble de lo que pedimos. Que se nos conozca por nuestros hechos, nuestras buenas obras.

Seamos ejemplo para aquellos que sólo ven papeles, números, política...; en definitiva, seamos ejemplo de amor. Que la palabra Hermandad sea, en esta ocasión, más hermosa que nunca.

Raquel Medina












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