Blas Jesús Muñoz. Hubo un tiempo que parece perdido en los albores de nuestras cofradías. Los ecos de un conflicto y el renacer de una esperanza se concitaban en las calles de una ciudad vencida, de una estapa que se abría al horizonte lejano de lo que restaba por venir.
En ese contexto nacieron muchas hermandades en Córdoba y de su pretérito nos quedan recuerdos que, en negro sobre blanco, cuentan los hechos que las hicieron llegar hasta aquí. Así nos cuenta David S. Pinto Sáez la historia del primer capataz de la Esperanza, en un día en que la Hermandad de San Andrés se reúne con su propia historia:
"El primer capataz fue Francisco Castro, el Sacristán (por serlo en San Francisco) también llamado Franciscorro o Chupacruces. También mando el paso del Huerto y Misericordia desde inicio hasta 1949. Su hijo Emilio Castro le acompañó muchas veces.
Mi familia trabajó con él en el Huerto y en la Esperanza desde 1942 (año que la Caridad pasa del Domingo de Ramos al Jueves Santo y debido a que entonces eran capataces y costaleros del Descendimiento que aún salía el Jueves).
Mi abuelo y bisabuelo llegaron a ayudar a transportar a la Esperanza en el carro desde la plaza Abades y de regreso desde Santa Marina".