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lunes, 26 de octubre de 2015

La Chicotá de Nandel: El buen cristiano


Leía el otro día un artículo que daba instrucciones, formas, maneras, puntos orientativos, incluso señalamientos concretos de cómo llevar una buena vida cristiana. Enfocado al mundo de las hermandades, donde se supone que todos somos cristianos, ya no digo buenos cristianos, sino cristianos, con los deberes que ello conlleva, me hizo recapacitar, me hizo agachar la cabeza en recuerdos en que he sido un mal cristiano, aunque el artículo en cuestión no fuera más, que un recordatorio ante hechos que me han avergonzado personalmente, o me han hecho sentir un mal interior, con arrepentimiento, mal estar a fin de cuentas. Y digo recordatorio, porque cada uno sabe cuando falla, cada uno sabe sus deberes como buen cristiano, aunque a veces lo disimulemos muy bien.

El artículo hablaba del seguimiento que debemos hacer individualmente hacia Jesús, reconocer nuestras faltas y por ello, cambiar nuestra actitud para no volver a caer en ellas. Leer la Sagrada Biblia, entregarnos a Dios para que nos cambie, nos guíe. Guardar y tener un tiempo para la oración, entender al que, a pesar de ser nuestro prójimo, piensa diferente (cosa muy dada en nuestras hermandades) y respetar dichas ideas, dicha opinión. Hay que tener paciencia con aquel que no nos alegra, que incluso nos moleste, obrar y orar por los demás, celebrar las buenas nuevas con gran alegría, vivir una vida tranquila, ayudar al prójimo y tratarlo como te gustaría, te trataran a ti.

La insociabilidad, la inseguridad, la falta de calor, amigos, apoyos, depresiones, momentos malos que la vida siempre tan atenta nos regala, pueden ser sendero, borde y ladera para acercarnos a una Hermandad. Sé, he visto muchos ejemplos, incluso a algunos como yo, con una familia completa de cariño y amor como la mía, que quizás nos hayamos acercado a veces a la Hermandad buscando otro tipo de cariño, otro tipo de amor, de comprensión, charla o debate, es más, incluso puede que no haya sido en ninguna de nuestras hermandades.

El buen cristiano, siempre aparece, sea en la nuestra Hermandad, sea en otra, y digo el buen cristiano, porque hay personas, aunque sea de forma aparente, que son ese ejemplo de cristiano que todos queremos ser, y que nuestras faltas, nuestros errores, hasta los que sabemos volveremos a cometer, nos alejan de ese ejemplo a seguir.

El buen cristiano existe en las hermandades, entre la burla al prójimo, la expulsión para el necesitado de compañía, el odio hacia el que piensa diferente, la ansia de grandeza huyendo de la humildad, el hostigamiento hacia el prójimo, el hacer leña del árbol caído, utilizando momentos privados de su vida personal por los hombres no reprochables, solo por Dios, y así amenazar, amedrentar, chantajear.

El buen cristiano existe entre la incomprensión, la falta de explicaciones, cuando es porque realmente no la hay, directrices que se toman por ordeno y mando porque, como He-Man, "yo tengo el poder".

Pronto llegará el tiempo navideño, ese, en el que algunos recuerdan que existen los necesitados, y se acuerdan también que sólo comen en Navidad, nos acordaremos de los buenos cristianos que se fueron, que seguramente oren ya con Dios Padre, pero yo haría un llamamiento de amor, de respeto y para ejemplarizar al buen cristiano de nuestra vera, al que no hay que defender cuando llegan las vejaciones, puesto que su mirada, ya nos avisa que está preparado para recibir el golpe, para no devolverlo, para rezar al momento por los actos de ese prójimo que perturba su vida cristiana.

También decía una cosa el artículo, y es, que seremos perseguidos por nuestras creencias. No sabemos qué tiempo hará mañana, qué buenos o malos vientos correrán, pero a buen seguro, y tienen un ejemplo claro de falso cristianismo, en un falso representante de las cofradías, ya ajusticiado por la vergüenza, nos juzgarán solamente por nuestras creencias, por nuestra fe, como a muchos cristianos en la actualidad en otros países, se les juzga y ajusticia, incluso con la muerte.

El buen cristiano existe, sólo hay que buscarlo, las hermandades no están llenas solamente de cristianos arrepentidos del pecado recién cometido, y que volveremos a cometer con total falta de memoria.

El buen cristiano existe, y si no creen nunca poder llegar a serlo, al menos, no hagan que desaparezca de nuestro lado, de los cofrades, como está el patio, seguro que por culpa de gentedepaz, falta nos hacen ciertos ejemplos de hermanos, que nos salven a todos de la vergüenza de datos económicos para caridad de algunas hermandades, o cómo se trata a algunos hermanos en cierta hermandad.


Fernando Blancas Muñoz










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