Esta semana vengo dispuesto a no hablarles de algún redactor del Abesé que pa' escribir sus artículos de Semana Santa se lee todos los días Gedepé. Tampoco vengo dispuesto a hablar de la Alcalda y su viaje al centro político o de la tierra como Julio Verne, a ver si consigue un primer premio por decreto como Julio Pardo. Ni tampoco vengo dispuesto a hablar de las fiestas de jalogüin y que el año que viene me vaya a vestir de Nazareno justiciero, no como aquellos que sacó Julio Pardo, sino que el cante se lo voy a dar a quien me ofrezca truco o trato.
Vengo a hablarles de la nueva moda de las hermandades. Bueno muy nueva no es que suena más añejo que Raza Mora lo de hacer sorteos. Unos hacen concursos de tortillas y no voy a hacer el chiste porque todos se lo esperan. A otros les da por sortear robots de cocina (que no confundir con Los Máquina de Vera Luque) y plantar la foto de la ganadora en feisbús. La cara de la buena mujer no tenía precio y su look ser entero tampoco, que al otro lado del hermano mayo faltaba Carrillo fumando. Pero la máquina que regalan me hace falta pa' cuando me quedo sólo en casa hacerme de comer. Así que hago un llamamiento a la Hermandad y si me regalan un apartado me hago hermano y me saco la papeleta de sitio más cara que aiga.
Juan Antonio Martínez Aragón
Recordatorio Desde el Gallinero: Capataces sin cuadrilla