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domingo, 14 de febrero de 2016

El Viejo Costal: Es tiempo de ceniza y de color morado…


Cuarenta días estuvo nuestro Señor aislado en el desierto, antes de su misión pública. Cuarenta días duró el diluvio universal, cuarenta años duró la marcha del pueblo de Israel por el desierto, y Cuatrocientos años su estancia como esclavos bajo la tiranía de los faraones de Egipto.

Vamos a iniciar nuestra particular abstinencia de la carne, vamos a practicar el ayuno.

Pero que nunca se nos olvide que el más importante ayuno es el ayuno del poder, ayuno de la autocomplacencia, ayuno de egoísmo, ayuno de acumulación de bienes, ayuno de crear necesidades a otros hombres; ayuno de hacer sufrir a otros, ayuno de insultos, ayunos de olvidos, y ayuno de intereses.

Nos hemos puesto las cenizas en nuestra frente, como representación de la destrucción de los errores del pasado año, que quemados mostramos a nuestros hermanos.

Ahora iniciamos nuestro periodo penitencial, de sacrificios, es el tiempo de limpiar y renovar nuestra alma en el calendario litúrgico y de limpiar y renovar la tierra en el calendario agrícola.

Pero es que algo debemos de hacer en este tiempo, cosas mínimas, ni quiero, ni tengo ganas de señalar, y mucho menos de juzgar a quien insultan a hermanos, ni juzgar a quien permanece impasible ante estos actos, pero si quiero señalar que esta es la peor fecha del calendario para hacerlo.

Un poco de ceniza nos vendría bastante bien, siempre que fuese de los errores pasados, no los restos destrozados de otro igual que yo, ya estoy quemado de ver constantemente restos de hermanos míos tirados a las calles, cuando cada uno de ellos guarda en su corazón un tesoro de amor infinito a Dios y a sus cosas.

Todos ellos son personas, son hermanos, y tienen entre otras cosas corazón, y un nombre, ¿no?, Francisco, Rafael, Juan Manuel, Antonio, Juan y una larga lista de ceniza que alguien debería de presentar en su frente, lo único que pasa es que no hay fuego para quemar tanto error, ni frente suficientemente grande para llevar tanta ceniza.

Creo que ya está llegando el final del tiempo donde se han de tomar serias decisiones, creo que has de irte, has de marcharte en silencio, a la soledad del desierto y durante cuarenta días meditar sobre realizar un acto de valentía, reconocer tus errores, y presentarte ante tus hermanos con la intención de quemar estos errores en esta fecha de penitencia y de ayuno, y evitar los cuatrocientos años de esclavitud y soledad.

Todos sabemos que es difícil ser valiente, muy, muy difícil, pero yo que creo conocerte bien, sé que eres capaz de serlo, limpia nuestra casa, descarga tu conciencia y preséntate ante Él, ponte a sus píes como alguien totalmente renovado, limpio, tal y como eras antes de iniciar ese erróneo camino para los que te quieren de verdad y sin ningún interés, entrégate a los que te aprecian desde hace décadas.

Te estamos esperando en este tiempo que finalizará con la Resurrección. ¿Te vienes?


Antonio Alcántara

Foto Jesús Caparrós








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