Blas. J. Muñoz. La tarde empezó incierta en lo meteorológico como se espera para buena parte de la Semana Santa. Los acordes de la Sinfónica de Dos Torres comenzaron a escucharse, tan lejos y tan cerca de carrera oficial, como esta ahora mismo el Figueroa y la Virgen de las Penas inició su andadura. Buscó refugio en Santa Rafaela María y volvió a retomar su camino, mientras la Conversión retrasaba la primera salida procesional del Señor de la Oración y Caridad.
Todo olía a nuevo en la tarde del Sábado de Pasión. Hermandades emergentes que pintan la ciudad en la antesala de la Semana Santa. Sin embargo, esta víspera ha tenido mucho de proverbial y ha adelantado un día la Semana Mayor y ha engrosado una jornada más la misma. Todo ello, bajo la atenta mirada del Cristo de Electromecánicas y la Virgen salió de la Plaza de la Marina Española.
Pero la noche traía consigo la alejada amenaza de la precipitación y el Traslado al Sepulcro ponía en la calle a su bella Dolorosa para dejan un recogimiento propio de Viernes Santo, de otros días que, el tesón de estos años, propiciarán que lleguen. Minutos más tarde, el popular barrio de Cañero asistía a uno de esos momentos que llegan, mientras te fritas fuerte los ojos para apercibirme de que sí, se ha hecho realidad.
La Plaza abarrotada de fieles y el cortejo, aunque salía minutos más tarde, demostraba como se pueden guardar los cánones de una hermandad bien plantada en la calle, desde la salida a la entrada. En su primera vez, el número de cirios superaba de largo el centenar lo que hace aguardar un futuro inmejorable para los devotos del Señor de los Afligidos.
Olía a nuevo en Córdoba y,sin embargo, en la antigua Trabajadera elnaroma antiguo de la cuenta atrás retomará su pulso anual. La Semana Santa este año bisiesto se ha adelantado un día, al Sábado de Pasión. Tengan la mejor estación de penitencia.